Grupo Brisas está de fiesta: su hotel Las Hadas by Brisas, ubicado en Manzanillo, cumple 50 años desde su apertura.
El exitoso grupo hotelero está de manteles largos y no es para menos, uno de sus hijos pródigos llega al medio siglo de vida consolidado como uno de los hoteles más íconicos de México. Estuvimos en la celebración de este hito y, debemos admitirlo, confirmamos por qué la cadena es escuela de la industria en nuestro país.
Como parte de esta celebración volvimos a nuestro querido Manzanillo y confirmamos por qué sigue siendo uno de los favoritos generación tras generación. Si bien el hotel terminó su construcción en 1974, desde entonces se ha renovado para dar comodidad de sus visitantes sin alterar su característico estilo mediterráneo.
Pasamos algunos días en el hotel y pudimos disfrutar de sus hermosas instalaciones y su destacada gastronomía que se apega fielmente a lo local, sin embargo, el momento mas relevante llegó con el festejo, al que acudió la gobernadora de Colima, quien exaltó la relevancia del hotel para el crecimiento turístico y económico del estado.
"Ha sido un faro para la economía y el turismo en Manzanillo y en toda la región", dijo Indira Vizcaíno Silva.
La política enumeró, además, las cualidades que lo han consolidado como un verdadero clásico: "Este hotel ha cautivado a visitantes de todo el mundo con su encanto y estilo inigualable; en el año 2000, la familia Cosío a través de Grupo Brisas, lo adquirió y desde entonces se ha mantenido un firme compromiso con la tradición de este lugar, con un servicio de excelencia, con la calidad y la historia que caracterizan este emblemático lugar", añadió.
Las palmas sin duda se las llevó la familia Cosío por su loable trabajo detrás de este complejo y tuvimos la fortuna de platicar con el Ingeniero Antonio Cosío Pando, director general de Grupo Brisas, quien nos confesó la clave del éxito de la empresa y los diferenciadores que han consolidado al grupo como uno de los mejores.
"Ya tenemos la experiencia porque ya cumplimos 50 años en Acapulco, con lo cual se reafirma el compromiso que tenemos con México y con la hotelería. Tenemos dos hoteles íconos del país, Las Hadas y Las brisas Acapulco, con los que podemos sentirnos orgullosos y felices de poder dar continuidad al gran servicio. Es fácil decir 50 años, pero no es nada fácil mantenerse, la verdad es que es bastante complicado, sobre todo, mantenerse a la altura de las necesidades y las exigencias actuales de los huéspedes (...) Es muy satisfactorio lograr la preferencia de los huéspedes; la continuidad y el número de clientes repetitivos que tenemos en todos los hoteles es lo que a mí más me enorgullece, que la gente no venga una vez, que venga muchas veces, que venga con sus papás y, ahora, con sus hijos. Es una cosa de generación como nosotros en nuestra familia, somos generaciones, todos estamos en el mismo negocio".
Sobre las nuevas generaciones de la familia Cosío, el empresario nos reveló que están estudiando y aumentando su preparación para tomar las riendas del negocio con herramientas a las que ellos no tuvieron acceso.
"Todos vienen con diferentes estudios, todos están entre 18 y 26 años y vienen con muchas ganas. Hoy todavía no entra ninguno de ellos al grupo hotelero porque hay ciertas reglas del grupo empresarial y hay negocios de mucho tipo, no es que todos deban de dedicarse a los hoteles, hay muchos otros negocios, pero sí les gusta y vienen mucho mejor preparados que todos nosotros, vienen con maestrías, con trabajó fuera del grupo. Ellos tienen que trabajar fuera del grupo con una maestría para poder trabajar con nosotros y todos tienen ganas de hacerlo, eso nos llena de orgullo, que mi papá y nosotros hayamos hecho las cosas bien como para atraerlos", nos detalló.
Sobre la tendencia de apertura de hoteles boutique, Cosío afirmó que también atenderán ese mercado: "Yo creo que hay mercado para todos. Yo creo que el hotel grande, el hotel de 600, 400 habitaciones va a seguir ahí, se van a seguir construyendo aunque sí hay una tendencia de lujo, de hoteles más pequeños, más exclusivos, con mucho arte incluido, pero nosotros estamos preparados porque estamos haciendo una variedad de hoteles, por ejemplo un hotel que abrimos en León con 76 habitaciones y pensamos hacer un hotel en Avenida Plaza de los Insurgentes de alrededor de 300 habitaciones, que es un hotel de ciudad importante, de buen tamaño, pero también estamos pensando en un hotel boutique en el centro histórico de la Ciudad de México, con 40 habitaciones: una casa colonial espectacular que va a estar rodeada de mucho arte".
¿Cuál es el diferenciador de grupo Brisas de sus hoteles?, ¿el factor por el que su huésped regresa?
Muy sencillo, que le damos nuestro servicio personalizado. A nosotros nos gusta atender a la persona como si todos los huéspedes fueran huéspedes repetitivos, queremos que se sientan en casa, es lo que a mí me gusta. Que nuestros colaboradores traten a la gente como parte de su familia. Yo sé que muchas de las cadenas hoteleras lo hacen porque el mexicano es cálido, pero nosotros tratamos de ir un poquito más allá.
Ustedes que son una familia que ha estado en esto, prácticamente, toda la vida. ¿Cómo es una conversación de ustedes?, ¿de qué hablan en sus comidas o en sus cenas familiares?
Nosotros tratamos de dejar el negocio de lado. El fin de semana no tocamos el tema más que en juntas de trabajo o juntas dedicadas a oficina, fuera de eso hablamos de temas familiares, de viajes, de experiencias, de cariño, de amor, de los niños, de abuelos... tratamos de no mezclar la vida familiar con la vida de negocio y lo dejamos para la oficina.
¿Qué opina del turismo hiperconectado?
Yo pienso que el turismo hiperconectado es una tendencia. A los jóvenes, a los millennials y a las nuevas generaciones ni siquiera les gusta tener casa, les gusta viajar, pero yo creo que también a la hora de salir de vacaciones uno debe poder desconectarse para estar consigo mismo, con tu pareja, con tu familia y tratar de olvidarse un poco de esa constante necesidad de los WhatsApp y los mails.
A mí me gusta que la gente, cuando llegue, pueda desconectarse, pero también que tenga todas las facilidades para hacer su labor de trabajo como si estuviera en su oficina. Todos nuestros hoteles de playa tienen conectividad, internet gratuito, llamadas desde el celular a cualquier parte del mundo a la hora de estar conectado a la aplicación. Todo se maneja desde el celular, como subir el aire acondicionado.
Nos estamos preparando para la hiperconectividad, pero nos gustaría que nuestros huéspedes traten de separarse un poquito de eso, por eso ofrecemos otro tipo de experiencias: la playa, las albercas, las actividades, los spas que te ayudan mucho, la meditación, clases... sacarlos un poquito de su rutina y meterlos un poco a la meditación y al goce de la familia, de pareja o de lo que ellos deseen, pero que no sea de su celular.
Sobre el turismo sustentable, ¿cuáles son sus compromisos como grupo con la naturaleza, con el medio ambiente?
Primero es que nunca somos un hotel excesivamente denso, nos gustan las áreas verdes, no ser demasiado ofensivos ni agresivos con la naturaleza del lugar. Todos los hoteles nuevos que construimos, todos, tienen plantas y tratamientos de agua, pero donde estamos construyendo en playas somos 100% sustentables. En Nizuc, por ejemplo, que es el último hotel de playa que hemos construido, tenemos una planta desaladora y no consumimos absolutamente nada de agua en Cancún, toda la desalamos, la utilizamos, la reciclamos, la limpiamos y la utilizamos para jardines. Somos muy conscientes con este tipo de temas, estamos trabajando e invirtiendo en ir un poquito más allá.
México está de moda otra vez, ¿qué piensa de ello?
Sí, cien por ciento. Por ejemplo, la Ciudad de México no era turística, en nuestros hoteles el fin de semana se nos caía siempre la ocupación, era un 80% entre semana, viernes un 20 o luego 15, luego otra vez el lunes aumentaba. Hoy la Ciudad de México, parejito, el fin de semana o entre semana, tiene el mismo potencial.
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