Este hermoso Pueblo Mágico es una ciudad de clima templado con una rica personalidad multicultural, que se ha convertido en un punto de encuentro para los amantes del arte y la naturaleza, pues se encuentra rodeada de montañas y bosques, mientras que sus calles están pletóricas de arquitectura patrimonial, museos, centros culturales y galerías con obras de artistas locales e internacionales.
SanCris, como cariñosamente se le llama, es un lugar que invita a ser recorrido a pie, ya que de lo contrario te perderías la oportunidad de explorar sus pintorescas calles, miradores y andadores llenos de vida.
Básicamente el centro histórico abarca dos grandes calles peatonales en forma de cruz: El Andador Guadalupano y el Andador Eclesiástico, sin duda alguna, las dos calles más concurridas de todo San Cristóbal.
Después de explorar sus andadores durante el día, te recomendamos hacerlo nuevamente por la noche, para ser testigo de su atmósfera bohemia y alegre.
En cuanto a gastronomía, no dejes pasar la oportunidad de probar el asado coleto, la chanfaina, tamales y tostadas coletas, entre otros platillos que te brindarán una auténtica fiesta de sabores.
Si te quedas con antojo de más experiencias, recuerda que en los alrededores de San Cristóbal puedes visitar San Juan Chamula, un pueblo donde las costumbres y tradiciones se entrelazan en una mezcla religiosa única, reflejando el sincretismo entre creencias católicas y prehispánicas.
A pocos minutos de Chamula, se encuentra Zinacantán, un pueblo tsotsil famoso por sus textiles coloridos. Aquí, los habitantes locales te invitarán a sus hogares para mostrarte cómo elaboran a mano las prendas artesanales, mientras disfrutas de un poco de pox y tortillas recién hechas.