Jala, Pueblo Mágico de Nayarit, es un lugar lleno de sorpresas y rincones maravillosos que encierran miles de historias y que no te puedes perder en tu visita por el estado. El centro de la ciudad cuenta con varias iglesias coloniales y un campanario que te regala imágenes súper instagrameables.
Vive un ritual huichol en un volcán activo
Por la noche no te puedes perder las famosas callejoneadas de las rondallas jalenses que tocan sus instrumentos, cantan comparsas y hasta cuentan leyendas locales mientras recorren sus calles empedradas en compañía de una carreta tirada por un simpático burrito.
La gastronomía es otro de sus puntos fuertes. Tostadas de cerca de 50 centímetros de largo, servidas con carne de pollo, res o pierna adobada, lechuga, zanahoria y jícama ralladas, te encantarán. Para el postre no te puedes perder la tradicional capirotada blanca o de piloncillo, o una botana con chile de La Jaleña, una empresa artesanal que elabora salsas en molcajete desde hace 15 años.
Del volcán al lago
Otra experiencia que sabemos que vas a disfrutar es el desayuno rural en el Rincón del Campesino, un restaurante con un encanto especial y comida deliciosa, hecha en horno de piedra con rocas volcánicas, lo que le da a todos los platillos un sabor súper único.
La magia continúa hacia el interior del cráter del volcán del Ceboruco, donde se puede vivir una experiencia mística a través de un ritual de purificación huichol de la mano de chamanes que inician esta experiencia con el toque de los caracoles para pedir permiso al espíritu guardián de realizar cada ceremonia. Al ser un volcán activo, podrás sentir el vapor de agua escapar a través del suelo y ver la ceniza que deja el volcán cada día.
Para terminar tu viaje, puedes trasladarte hasta la Laguna de Santa María del Oro, a menos de una hora de Jala, donde a la orilla del lago disfrutarás comida típica en La Aldea, un restaurante encantador con un increíble paisaje que es perfecto para cerrar el viaje.