Tres décadas y media han pasado desde aquel frío febrero de 1987, cuando el chef Nobuyuki Matsushisa, hoy uno de los mejores cocineros japoneses de los últimos años, creó un verdadero concepto de cocina asiática que revolucionó la industria restaurantera del sur de California.
Se trataba de una nueva forma de preparar (y saborear) los platillos insignia de Japón, pero esta vez con un estilo más refinado y sofisticado, y para eso eligió una de las zonas de mayor auge del condado de Los Ángeles.