Se trata de una edición limitada de solo 300 botellas, esta vez decoradas por Ángel Santos, uno de los maestros artesanos más destacados del país, quien en colaboración con la marca, creó “Clase Azul Máster Master Artisans”.
La idea, nos contaron los representantes de la casa tequilera, es la de difundir el legado artesanal del país en todo el mundo, pues las botellas, sobre todo las ediciones especiales de Clase Azul, son muy cotizadas entre los coleccionistas internacionales.
En esta ocasión eligieron al jalisciense Ángel Santos, reconocido artista mexicano que ha expuesto en importantes ferias internacionales de países como China, Estados Unidos y Canadá.
El también maestro y curador cultural es todo un experto en la cerámica de calidad que le ha dado fama al municipio de Tonalá, en el estado de Jalisco, una de las comunidades artesanales más importantes del occidente de México.
Cada licorera está elaborada de forma individual bajo la técnica “cerámica de alta temperatura”, y decorada totalmente a mano, en un proceso que se lleva entre 10 y 12 horas por botella.
El artista plasmó en ella los elementos principales de la cerámica misma, como tierra, aire, agua y fuego, que se acompañan con faisanes y flores en azul intenso.
En cuanto al tequila, se trata de un ensamble extra añejo de ocho años, que pasó 64 meses en barricas antes utilizadas por whisky americano, y 41 meses en barricas de jerez.
Las notas aromáticas son de ciruela madura, uvas frescas, naranja, frutos rojos, pan dulce y roble, pero en cuanto al sabor sobresale la naranja, frutos del bosque, madre tostada y tabaco. Su venta es exclusiva de la boutique Clase Azul de San José del Cabo.
