Día 1
Santa María Del Río.
Este lugar es uno de los Pueblos Mágicos más recientes de San Luis Potosí, apenas en 2020 fue declarado como tal, pero eso no impide que la belleza de sus calles, su riqueza gastronómica y cultural sean limitados.
Santa María Del Río es famoso por la elaboración de rebozos, una tradición que existe desde la época prehispánica y que ha traspasado tanto generaciones como fronteras.
Esta prenda, cuya más famosa versión es la de seda, ha tenido un nuevo auge en los últimos años, incluso ya es usada por los hombres y ya hay versiones que conmemoran movimientos, como el LGBT+.
La segunda parada en Santa María Del Río es su plaza principal, donde encontrarás un colorido reloj monumental que se levantó para celebrará el bicentenario de la independencia de México. Cruzando la calle, no puedes perderte una visita a la Panadería la Perla, el lugar donde inventaron las tradicionales campechanas, un postre hecho a base de pasta hojaldre cubierto con azúcar.
Día 2
Una de las propuestas gastronómicas en la ciudad de San Luis Potosí que más éxito ha tenido en los es Refugio Tierra, un lugar ideal para brunchear en una terraza con una increíble vista. En el menú podrás encontrar clásicos de la comida potosina como sus famosas enchiladas, aunque también hay opciones para vegetariano y veganos, eso sí, sería un error no probar su pan casero.
Un imperdible de San Luis Potosí capital, es el Centro de las Artes, un imponente edificio que hasta 1999 funcionó como penitenciaría y que fue restaurado y remodelado para convertir las crujías en pabellones dedicados a todas las artes.
Dentro de esta majestuosa construcción, está el primer espacio dedicado a Leonora Carrington -figura clave en el surrealismo-, inaugurado en 2018, este museo dentro del Centro de las Artes guarda una colección de esculturas, joyas, grabados y objetos personales de la artista.
A 20 minutos de la capital potosina, se encuentra Viña Cordelia, un espacio dedicado a la producción de vino en el que podrás disfrutar de una increíble experiencia; entre las actividades que ofrecen están recorridos por el viñedo, la cava, el cuarto de pisado y una degustación de sus vinos. No puedes dejar de probar el amístela de Cordelia, la joya de la casa.
En este día puedes adentrarte más a la comida tradicional del Altiplano, como la que ofrece el restaurante El Mezquite; sería un error no probar el cabrito al pastor y los cortes de carne a las brazas, especialidades de este lugar, aunque también hay opciones para quienes no comen carne.
De vuelta al Centro Histórico de la ciudad, puedes tomar un paseo en un tradicional tranvía, en el que recorrerás los puntos más importantes de la capital mientras te cuentan su historia.
Para la cena, visita La Legendaria, una opción con mesas al aire libre en el que podrás disfrutar de sus selección de cervezas artesanales acompañas de un maridaje.