Antes que los sitios altos y al aire de la Condesa y el Monumento a la Revolución, estuvo el del hotel Fiesta Americana Reforma, frente a la Glorieta de Colón, con una historia casi tan larga e interesante como la de las emblemáticas terrazas del Zócalo Capitalino. Si bien la zona de Reforma y su oferta de restaurantes y lugares para echar el drink tuvo su mejor época entre las décadas de los 60 y 90, todavía conserva espacios dignos de visitar. La Distral es uno de estos lugares, así que nos dimos una vuelta para conocer sus platillos, cocteles y su versión panorámica de la avenida más bonita y famosa del país.
La Distral, la terraza de Paseo de la Reforma que debes visitar
Ubicada en el tercer piso del hotel Fiesta Americana , el lugar se define como un mexican grill con toques de cocina internacional, un restaurante de vanguardia que ofrece también platos tradicionales de todo el país, principalmente del norte y el estado de Oaxaca.
El reconocido chef Gerardo Rivera es el encargado de la carta, una de las más variadas y completas que puede encontrar en la Ciudad de México, en la que se logra una fusión gastronómica que retoma lo más ancestral de las tradiciones y las traslada a un presente moderno, como ellos mismos lo describen.
Nuestro primer tiempo fue una crema de cilantro, ideal para abrir el apetito y preparar el estómago para el plato fuerte, como el pescado Tikin Xic, de Yucatán, o la carne de cerdo con verdolagas, del estado de Puebla. También se pueden encontrar clásicos como la sopa de tortilla o el caldo tlalpeño e incluso ensaladas y ceviches, que sirven de entrada para las enmoladas, enchiladas suizas y los cortes internacionales de carnes rojas.
El rack de cordero fue nuestro favorito, además de los camarones U-10 de gran tamaño y el infalible Rib Eye, servidos con cocteles de los mejores mezcales y tequilas de su cava especializada. Su oferta en mixología es muy tradicional y moderna, pero sobresale también su variedad de cervezas artesanales, licores y vinos nacionales y extranjeros.
Y como ya sabemos que es complicado dejar espacio para el postre, no tuvimos más remedio que hacer la sobremesa, algo que resulta fácil cuando tienes una increíble vista hacia Paseo de la Reforma y el Monumento a la Revolución. La parte al aire libre es ideal para comer y pasar la tarde, pero también existen espacios interiores (por si llueve), en los que incluso la vista sigue siendo buena. Cerramos la comida con un tamal de chocolate chiapaneco con chile guajillo, churros rellenos con cardamomo y una tarta de arroz con leche caramelizada, y como ya era algo tarde, una buena taza de café.
Definitivamente este es un gran lugar para cerrar el verano, después de todo, la vista, la comida, la mixología y sí, también el ambiente, lo amerita. Toma nota porque esta puede convertirse en tu nueva terraza favorita en la CDMX.