En un enorme tablón que rebasaba los 100 metros, comensales y productores agrícola celebraban la comilona. En la cocina, los chefes Elena Reygadas, de Rosetta, y Luis Escamilla, de la Gusgería del Barrio; en la barra, Tequila Reserva de la Familia. Y todos celebrando la buena alimentación, el farm to table y la conexión entre el campo y la ciudad. La experiencia Un Día de Campo en Huasca fue una celebración organizada por Arca Tierra.
El esfuerzo de Elena Reygadas y Reserva de la Familia por enaltecer el campo
250 personas se reunieron en Huasca de Ocampo, a 45 minutos de Pachuca, Hidalgo, en una experiencia en la que los agricultores fungieron como anfitriones. De sus huertos salieron los ingredientes de un menú de seis tiempos con platillos estrella como pan de pulque con mantequilla de acocil, tostada de tortilla azul y surimi de coco, mole con croqueta de requesón.
Pero el festín era sólo un pretexto para hablar de la buena alimentación unir lazos entres agricultores campesinos, artesanos y promotores del campo con los comensales que buscan turismo gastronómico responsable.
Del huerto a la mesa
Benito Fernández y su esposa, Josefina, empezaron con un huertito. Cosechaban apenas lo suficiente para ellos, pero era de suma importancia. No sólo les ayudaba a continuar con la tradición familiar, sino que representaba la recuperación del agricultor de Huasca, Hidalgo.
Él había trabajado en Estados Unidos. Al volver, su cuerpo estaba debilitado. La razón, aseguró, es la mala alimentación que tenía al norte del País.
“Nuestros abuelos y padres tienen ya sus años y nada les duele. Y nosotros, más jóvenes, nos la pasamos con quejas. ¿A qué se debe? A la alimentación”, aseguraba en su rancho durante un recorrido previo al convite con los chefs Luis Escamilla y Elena Reygadas.
Benito siembra para sí y para sus animales. Con lo que poda de las coles, por ejemplo, alimenta a la gallinas y genera así un círculo completo en el que, sin industria ni perticidas ni nada que no sea natural, siembre sostenible y sustentablemente.
De su huerto –rico en betabeles, apios, coles y demás verduras– salieron ingredientes empleados en la celebración Un Día de Campo en Huasca, pero también llegan a varios restaurantes de la Ciudad de México gracias a Arca Tierra, organización que vincula productores locales con consumidores para incentivar el comercio justo.
Próximamente se anunciarán las nuevas experiencias organizada por Arca Tierra.