Tenemos un nuevo lugar favorito en La Paz y estamos seguros que lo vas a amar

Entrar al hotel es darse cuenta del auge y de la riqueza colonial que tuvo esta ciudad, pues la casona fue propiedad de una de las familias más acaudaladas del estado, y eso salta a la vista en la arquitectura de techos altos (los veranos en esta parte del país son cosa seria), además de grandes ventanas de hierro forjado, conservadas hasta el día de hoy.

Ya en el patio central nos cae el 20 de que estamos en una propiedad de Grupo Habita, pues la arquitectura, servicio y ambiente es 100% al que nos tiene acostumbrados; espacios bien aprovechados (la pérgola original es ideal para desayunar o para una cena romántica), y una arquitectura que contrasta pero armoniza con la historia del lugar.

La mayoría de sus 32 habitaciones se encuentran en un edificio moderno de cuatro niveles, en los que la vista a la bahía se consigue gracias a sus no pocos balcones y terrazas, algunas de ellas tan grandes como la habitación misma. Te advertimos que la arquitectura retro del lugar es totalmente "instagrameable".

Sobra hablar de la comodidad y lo silenciosas que resultan las habitaciones, pues a pesar de estar en pleno centro histórico, La Paz es una de las ciudades más tranquilas y seguras del país. En cuanto a la oferta gastronómica, recordemos que el Mar de Cortés es una de las zonas pesqueras más importantes de México, pero además, esta parte del estado cuenta con creciente industria de agricultura y ganadería especializada.

El menú de Baja Club cambia todos los días y en él encontrarás pescados y mariscos de la más alta calidad (todos bajo el concepto de pesca sostenible). Los cocteles fríos y platillos calientes a base de mariscos con el hit, sobre todo por el maridaje de vinos y tragos frutales, que por cierto, se disfrutan todavía más en su imponente terraza bar, ubicada en la parte más alta del hotel, con una vista 360 increíble hacia la bahía, los áridos cerros y la parte histórica de la ciudad.

La alberca está enmarcada por una imponente barda original del siglo pasado, rebasada únicamente por decenas de palmeras tanto de playa como de desierto. El spa es otra de las áreas que no pueden faltar en tu visita.

Una ciudad con desierto, manglares y playas

Amamos Baja Club, pero la ciudad y sus alrededores, llaman, así que también nos dejamos consentir por el Fideicomiso de Turismo de La Paz, quienes organizaron un súper itinerario por todo el extremo sur de la península de Baja.

Al igual que en el hotel, las medidas sanitarias están a la orden del día, y eso generó confianza desde el minuto uno, así que felices nos lanzamos a conocer pueblos históricos como Todos Santos y El Triunfo, además de sus restaurantes estrella como La Garita, Barracuda y El Minero.

En La Paz disfrutamos de los menús de lugares como Hambrusia (ubicado a unos pasos de nuestro hotel) y Nemi, también en la zona centro de la ciudad. Estos lugares se complementan perfecto con la oferta gastronómica de Baja Club, así que se pueden alternar de forma perfecta.

En cuanto a los tours, nuestros anfitriones de On Board Baja se lucieron al llevarnos a nadar con tiburón ballena y lobos marinos. En los traslados entre la zona del tiburón y los lobos es común encontrar ballenas grises y jorobadas, sobre todo en las inmediaciones de Balandra, nuestra playa favorita.

Hicking, sandboard y excursiones en las dunas sobre Rzrs fueron otras de las actividades que realizamos, esta vez con Baja Rent, quienes nos proporcionaron desde cascos hasta unidades Polaris.

Al final de cada día terminábamos cansados, pero al llegar a Baja Club nos quitábamos la arena y nos sentíamos listos para cenar y descansar. Descubrimos que La Paz es una ciudad que encanta y la que siempre querremos regresar, y si se puede a este hotel de Grupo Hábita, mejor.