Este año no tuvimos Halloween, pero las fiestas de Día de Muertos no podían pasar desapercibidas y, aunque la situación actual no permite reuniones en masa, sí fue posible salir en grupos pequeños y en espacios al aire libre, con sana distancia y con todas las medidas de higiene posibles.
El estado de Guanajuato permanece en semáforo amarillo por lo que Tequila Casa Dragones, en colaboración con los hoteles Rosewood, Dos Casas y Casa Hoyos, organizaron un pequeño tour de dos días por los mejores puntos de esta ciudad del Bajío.
Publicidad
Tras varias horas en carretera no pudimos tener mejor inicio que visitar un hot spot gastronómico; el lugar elegido fue Áperi, donde nos recibieron con unos espectaculares Catrines, una bebida exótica a base de maíz, ceniza y tequila Casa Dragones.
No hacía frío, así que se convirtió en nuestra bebida favorita de la tarde, con la que maridamos cortes de carnes rojas y pechuga de pato.
Una vez que comimos y descansamos un poco, nos lanzamos a la famosa sede de Tequila Casa Dragones en San Miguel, una construcción colonial decorada con miles de flores de cempasúchil, donde nos prepararon una cata especial con tequila joven y unos originales chocolates azules, especialmente elaborados por la chef Linda Cherem.
Recorrer el lugar mientras nos contaban la historia de la compañía tequilera fue toda una experiencia, pero lo que nos dejó sorprendidos fue la espectacular ofrenda de muertos que dedicada a Ignacio Allende. La tradicional instalación contaba con más de 20 mil flores y fueron necesarios tres días de trabajo para poder realizarla.
Publicidad
Nuestro itinerario marcaba al restaurante Nómada como nuestra última parada del día. Los chefs del lugar nos prepararon un menú con platillos nacionales como tamales de maíz y menta, y los tradicionales esquites. Los cócteles a base de tequila regresaron y nosotros les dimos la bienvenida a nuestra mesa.
Al día siguiente nos lanzamos al brunch dominical del Hotel Rosewood, donde aunque la variedad es increíble, esta vez optamos por un desayuno 100 por ciento mexicano. El programa de visitas marcaba distintos puntos de la ciudad, así que caminar era la mejor opción para disfrutar de la arquitectura y calles empedradas de San Miguel.
A medio día estábamos ya en el Tasting Room de Casa Dragones, ubicado en pleno corazón de la localidad. Ahí conocimos más de los cócteles que se pueden preparar con el destilado mexicano por excelencia y nos preparamos para hacer un recorrido por los altares de la ciudad, para después descansar (y comer) en el restaurante Atrio.
La vista de la Parroquia de San Miguel Arcángel es tan espectacular como el menú del lugar, donde comimos tacos de jaiba estilo Baja California, cola de res y lechón.
Publicidad
Por la tarde tuvimos un espacio libre para recorrer tiendas y mercados, para después lanzarnos al Hotel Casa Hoyos donde estuvimos en un tradicional ritual de Día de Muertos que sirvió de preámbulo para la famosa Cena Negra del restaurante Moxi, dentro del Hotel Matilda.
Fue la novena edición y la verdad es que se notó la experiencia y el trabajo en equipo del lugar y Tequila Casa Dragones. La celebración no pudo ser del tamaño de años anteriores, pero la producción fue espectacular, pues además contó con la curaduría de arte del galerista Oscar Román.
Las chefs Gaby Ruiz, de Carmela y Sal Ciudad de México, y Fernanda Prado, de Cuina, también de CDMX, fueron las encargadas de crear el menú de la noche.
Al día siguiente desayunamos en Cumpanio. Era nuestra última actividad en San Miguel y no podíamos irnos sin disfrutar del mejor pan de muerto de la ciudad. El frío estaba con todo, así que el chocolate caliente fue más que bienvenido.
Aunque era un día feriado para nosotros, era muy temprano para el tequila, pero bueno, habíamos pasado un fin de semana de tradición mexicana y teníamos que regresar a la Ciudad de México.