Julio Urías, beisbolista
El originario de La Higuerita, a las afueras de Culiacán, logró lo que se creía imposible: regresar el trofeo de la Serie Mundial a Los Ángeles después de 32 años al salvar el sexto partido y ganar el cuarto, que acabaría con las esperanzas de la novena de Tampa Bay. Urías no sólo hizo sonar la música sinaloense en el diamante del Globe Life Field de Arlington, Texas, sino que también regresó el interés de los mexicanos en el máximo torneo internacional de béisbol, al estilo de Fernando Valenzuela. Una discapacidad visual y un origen sencillo no detuvieron al lanzador zurdo de 24 años, quien desde niño soñaba con llevar el nombre de su estado y país a las canchas de la Unión Americana. Y vaya que sí lo logró.