Kate y Leonardo de nuevo en pantalla
Sólo un sueño Actúan: Kate Winslet, Leonardo Di Caprio, Michael Shannon, Kathy Bates. Dirige: Sam Mendes Frank y April se conocen en una fiesta. Ella está radiante, él lleno de sueños. Son jóvenes. Ella quiere ser actriz de Broadway y él viajar por el mundo, escribir una novela o tal vez pintar. Terminan juntos y por supuesto nada de lo que planearon acaba por cumplirse.
Después de nueve años de casados, los Wheleer tienen dos hijos y una casa en Revolutionary Road. Él hace el viaje en tren a Manhattan todos los días –como cientos de otros hombres vestidos igual: traje de franela gris y sombrero- a un trabajo que por aburrido, nadie se toma la molestia de explicarnos de qué se trata exactamente; mientras ella se queda en casa a cuidar a los hijos y a morirse en vida.
Ellos, que se creían tan distintos, se dan cuenta de que cada día se parecen más a los otros y ninguno de los dos sabe cómo deshacerse de ese disfraz de “la familia feliz y perfecta” en el que se han metido para adaptarse a las reglas sociales.
Ella tiene una idea: renunciar a todo, vender la casa e irse a vivir a París. Al fin y al cabo, siempre tendremos París, ¿o no? Pero desde que deciden comunicar su decisión, el manto oscuro de la tragedia parece consumirlo todo y la piel se enchina la piel de pensar que no van a lograr salir vivos de ésta.
Kate Winslet y Leonardo DiCaprio son los actores perfectos para encarnar a esta pareja al borde del colapso. Superan con creces el reto y la expectativa de volver a trabajar juntos y brindar una nueva visión a su química más que comprobada en Titanic.
Resulta casi obvia la elección de Sam Mendes para llevar al cine esta historia de Richard Yates sobre la insatisfacción y el lado oscuro del sueño americano. Sin embargo, parece que el matrimonio Mendes-Winslet se reparte equitativamente el peso del filme. Kate Winslet está en la cumbre de su carrera como actriz, no por nada ganó el Globo de Oro y es una favorita de los Óscares.
Sólo un sueño es tan buena como devastadora, sin duda una de las mejores películas de 2008.