El diseñador estadounidense Willy Chavarría se estrenó este viernes en Paris Fashion Week con un desfile colorido y politizado, que incluyó un fragmento del discurso pro LGTBQ de la obispa Mariann Edgar Budde que hizo enojar al presidente Donald Trump, así como fragmentos de la película Emilia Pérez, nominada para 13 premios Óscar.
Con orígenes mexicanos e irlandeses, Chavarría fue elegido mejor diseñador estadounidense este año.
El debut de Willy Chavarría en la Semana de la Moda masculina tuvo lugar en la Catedral Americana de París, un escenario habitual para desfiles de moda.
Para la ocasión, Chavarría presentó una colección muy ecléctica, toda una carta de presentación de sus fuentes de inspiración, como la cultura chicana, el streetwear y los trajes al estilo pachuco de los años cuarenta y cincuenta.
El primer desfile de modas del diseñador méxico-estadounidense Willy Chavarría en Paris Fashion Week se convirtió en una manifestación de orden social y político ya que el creador utilizó parte del discurso pronunciado por la obispa Mariann Edgar Budde, de la Diócesis Episcopal de Washington, durante el servicio religioso con que dio inicio la nueva administración de Donald Trump.
En su discurso, la religiosa sermoneó al nuevo mandatario por los decretos firmados contra el lenguaje pro LGTBQ y los migrantes después de asumir el lunes su segundo mandato presidencial. "Le pido que tenga piedad, señor presidente", dijo la obispa, que habló del "miedo" que, según ella, se siente en todo el país.
"Hay niños gays, lesbianas y transgéneros en familias demócratas, republicanas e independientes", sostuvo la obispa, en una homilía que Trump calificó de "aburrida".
Chavarría utilizó parte de ese discurso para cerrar el show, que también contó con dos cantantes, así como música de J Balvin y Marco Neves.
Willy Chavarría, que además de tener su propia marca es vicepresidente de diseño de Calvin Klein, se inspira precisamente en la mitología de la frontera entre México y Estados Unidos para algunas de sus creaciones.
Hombres con camisas amplias, a cuadros, pantalones de mezclilla de corte amplio para las botas, gruesas hebillas y sombreros vaqueros. Pero también hay trajes de corte perfecto, de hombreras anchas, de color rojo sangre o negro con una gran rosa roja en la solapa. Las camisas, de cuello abierto y grandes solapas.
Las mujeres van de negro, con corpiño y falda tubo, con sombrero a juego, como si fueran a acudir al entierro de un mafioso. El desfile también dio cabida al streetwear, con cazadoras abombadas, mezcla de colores brillantes y mezclilla. Y para terminar, hombres portando shorts largos de boxeador o conjuntos deportivos realizados en colaboración con Adidas.
Con información de AFP
