Gargantillas, broches, brazaletes, anillos y mucho más… Las royals tienen una extensa colección de joyería que forma parte de los joyeros de las casas reales. En su mayoría, las piezas están repletas de tradición e historia, pues son heredadas de generación en generación y tienen gran simbolismo.
En muchas ocasiones el precio de estas piezas es incalculable, tanto económico como sentimental. Hicimos un recorrido por algunas joyas de la corona que no solo nos encantan por su diseño, sino también por toda la historia que cuentan (y siguen contando) desde hace años.
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Anillo de zafiro y diamantes
De la casa real inglesa, esta pieza se remonta al siglo XIX, año en el que el príncipe Alberto encargó la confección de un broche con zafiro al centro enmarcado por 14 diamantes, al joyero inglés Garrard, como un regalo de bodas para su entonces prometida, la reinaVictoria.
Años más tarde, el broche se convirtió en anillo y fue la pieza con la que el príncipe Carlos le pidió matrimonio a Diana; posteriormente el príncipe William seguiría los pasos de sus padres, proponiéndole matrimonio con el mismo anillo a Kate Middleton.
Este anillo tiene un valor de alrededor de 500,000 dólares y ha sido inspiración de muchas réplicas. Sin duda una pieza de muy buen gusto que se ha convertido en una de las más icónicas de esta familia.
Pulseras gemelas
¡Una de las piezas consentidas de la reina Letizia! Esta pieza maestra, es obra de la casa joyera Cartier. Comenzó siendo una corona que Alfonso XIII mandó a hacer para su futura esposa, la princesa Victoria. Contaba con esmeraldas, rubíes y diamantes, fue una de las coronas favoritas de la princesa, quién la portó en numerosas ocasiones.
Con el paso del tiempo, Victoria solicitó a Cartier que desmontará la corona y confeccionará las pulseras gemelas. Transformándose en una pieza muy versátil y predilecta de doña Sofía y de Letizia.
Considerada una de las joyas más valiosas del mundo, con un precio aproximado de 66 millones de libras, este collar fue un regalo de bodas para la reina Isabel II. En 1917 el gobernante (Nizam) de Hyderabad quién la dejó elegir lo que quisiera de sus colecciones de joyas Cartier.
El collar consta de 50 diamantes y todavía se conserva en su versión original. Es uno de los favoritos de la reina, incluso lo ha llevado en fotografías oficiales. Kate Middleton es la única persona a la que la reina le ha prestado su valioso tesoro para utilizarlo un par de veces.
Fan Diamond
Así se le conoce al juego de gargantilla y pendientes de la princesa heredera de Noruega Mette-Marit. El conjunto de joyería fue un regalo de los reyes de Noruega para ella. Las piezas minimalistas fueron el complemento perfecto de su sencillo outfit nupcial durante su enlace con el príncipe Haakon.
Gargantilla de 4 hilos de perlas
No cabe duda que la reina Isabel II posee uno de los joyeros más espectaculares del mundo. Esta gargantilla fue encargo de la reina, quién pidió que se utilizaran las perlas cultivadas obsequiadas por el gobierno japonés.
Los cuatro hilos de perlas se unen con un asombroso broche de diamantes. Esta gargantilla también lo llevó Diana y posteriormente Kate.