Una de las cosas que más nos remite a nuestro paso por el mundo es el prime reloj, porque desde entonces cada segundo marca algo diferente, nos muestra el cambio y vuelve realidad el futuro en nuestras manos. Los relojes OMEGA están diseñados, no solo para vivir junto a su dueño por muchos años, sino además para acompañar momentos que dejan huella en la memoria.
El tiempo crea historias
La historia personal que cuenta el actor Erik Hayser cobra una nueva dimensión. Cuando el histrión cumplió 18 años, su padre le obsequió un reloj OMEGA Speedmaster Moonwatch, sabiendo que con él llegaba también una pieza que había estado en la familia por años, porque a su vez, fue el mismo que su padre recibió del abuelo.
Es el que ahora le acompaña al comenzar nuevos proyectos y entrar en la piel de otros personajes, es lo que considera “su amuleto de la suerte”. Sin duda, el destino de ese reloj es acompañar en el camino a quien lo porte, marcando horas que se tornan decisivas durante el transcurso de los años.
Esta es una de las formas en que OMEGA Speedmaster también cambió todo en 1964, cuando la NASA solicitó un cronógrafo tan duradero como preciso para que usara la tripulación de los programas especiales Géminis y Apolo. Después de arduas pruebas en condiciones extremas, solo este reloj superó con éxito todos los retos.
Junto con el regalo que Erik recibió, también venía un fragmento de periódico que contaba algo extraordinario. Era el 21 de julio de 1969 a las 2:56 GMT, cuando Neil Armstrong descendió del Eagle junto con Buzz Aldrin, siendo los primeros hombres en pisar la luna, y en esta aventura, también estuvo presente el Speedmaster Professional, el primer reloj utilizado en el único satélite natural de la tierra.
Más de 50 años después, este sigue siendo uno de los cronógrafos favoritos de los apasionados en relojería, como lo es Erik Hayser. No hay duda, empieza ahora a escribir tu propio destino, y con OMEGA a tu lado, haz que minuto a minuto, tu camino sea único.