Comprar diamantes, ya sea en anillos, collares o pulseras, suena a una tarea muy fácil y sobre todo algo que no nos costaría trabajo hacer ¿qué podría ser más difícil que escoger una pieza que nos encante? aunque no lo parezca, para hacer una compra de este tipo debes tomar en cuenta diferentes puntos.
Lo que debes saber antes de comprar un diamante
No importa si lo haces en una tienda física o vía online, toma nota sobre estos cinco puntos para salir victoriosa en tu compra.
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1.- Cómpralo en un lugar de confianza
No importa si lo adquieres en una tienda física u online, asegúrate que el establecimiento esté en regla, pueda extenderte una garantía de la pieza ya sea por desperfectos en la montura o mantenimiento. También busca el tiempo para investigar y conocer sobre sus políticas de reembolso y devolución.
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2.-Conóce y selecciona
Los diamantes cuentan con 4 características fundamentales conocidas como las 4 C’s, por sus siglas en inglés: Corte, se determina en función de la forma en las que las facetas del diamante interactúan con la luz; Color, determina en qué escala ( de la Z a la D) de color se encuentra, lo ideal es que esté lo más cercano al tono incoloro; Quilate o Carate: estos determinan el peso, pero no el tamaño de la piedra; Claridad: es la medida de pureza y rareza del diamante clasificada por la visibilidad de estas características bajo una amplificación de 10x.
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3.- Pide su certificado
Aunque no sea un diamante el que estás comprando, debes pedir un certificado de autenticidad que avale tu pieza, en él se deben especificar todas las características de la pieza: medidas, tamaño, si es natural o creada en un laboratorio, incluso algunos pueden brindarte el informe gemológico para tener los cuidados adecuados sobre la pieza.
4.- Cuida de ella
Nunca utilices remedios caseros o soluciones recomendadas a menos que sea por expertos, las piedras y el material sobre el que están montadas necesitan mantenimiento, lo recomendable es llevarla a tu casa joyera y que le brinden una limpieza óptima.
5.- Asegúrala
Los accidentes no están agendados, así que es mejor prevenir. Si tu pieza es de gran valor, opta por asegurarla ante cualquier imprevisto.
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