Elsa Peretti llegó a la ciudad de Nueva York como modelo y fue así como conoció al diseñador Giorgio di Sant'Angelo. Durante las pasarelas del creador americano Elsa colaboró con algunas piezas de joyería, las cuales tuvieron un gran éxito.
Después conocería al legendario diseñador Halston, quien fue su gran amigo y colaborador en varios de sus diseños. Así fueron los pasos que encaminaron a Peretti a la maison Tiffany & Co.
Bone Cuff de Tiffany & Co. ¿Quieres saber por qué lo amamos?
Este es el accesorio per-fec-to para darle color a tu look al instante
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Su llegada a la casa joyera fue en 1974 y marcó una revolución en el diseño de accesorios, donde se consolidó como una gran talento en esta área; y sobretodo donde le daría vida a un símbolo de empoderamiento femenino: el Bone Cuff.
Tener una prenda en tu outfit que realmente te haga sentir bien se consigue muy pocas veces. Esa es una de las razones principales por las que este cuff es nuestro favorito.
Durante la década de 1970, en el apogeo del feminismo y la búsqueda de una mayor igualdad de derechos fue cuando Bone cuff se lanzó al mercado, logrando ser una insignia poderosa de la femineidad.
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Como si se tratara de los brazaletes de la mujer Maravilla, el Bone Cuff se adapta perfecto al 'huesito' de nuestras muñecas, de ahí su nombre y de ahí la excusa perfecta para llevarlo siempre.
Para el festejo del 50 aniversario de este ícono de diseño atemporal, Tiffany & Co. tiene una nueva versión en colores de edición especial.
¡Sí!, tonos rojos, azules y verdes es la versión más colorida del clásico de Peretti. No es que necesitáramos otra razón para hacerlo la estrella de nuestros outfits, pero en bold colors, definitivamente es un must.
Atrévete a hacer match con un solo tono o combinar diferentes colores en cada muñeca.
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BONUS TIP:
Si buscas una razón extra para tener tu brazalete, entonces es necesario que sepas que las creaciones de Peretti han cambiado la noción de joyería como un simple adorno y muchos de sus diseños son venerados y alojados en las colecciones permanentes de los principales museos de todo el mundo, incluido el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York y el Museo Británico de Londres.
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