En la vida todo es un ciclo, incluso en la moda, ese fue uno de los aspectos que Alessandro Michele, director creativo de la marca de lujo, nos quiere transmitir en esta nueva entrega de Fall Winter 2020. Donde los protagonistas no fueron sólo los modelos sino todas las personas que trabajan detrás del 'GucciRitual' como el lo llama. Es decir, los que están tras bastidores, haciendo que el show se haga realidad.
Alessandro Michele le devolvió la magia a Fashion Week
Alessandro nos hizo insiders de todo el ritual de un desfile de moda. Para empezar, la entrada fue por el backstage, así que todos los asistentes pudieron presenciar el hair & makeup tras bambalinas. Incluso el diseñador salió a saludar a todos mientras entraban al mundo de Gucci.
Si normalmente eso es un caos, no nos imaginamos a los profesionales de belleza hacer su trabajo mientras se toman fotos con las modelos, interrumpen para alguna entrevista, están todos los invitados y encima tienes el tiempo en tu contra.
El segundo paso era tomar asiento alrededor de una pared de cristal cilíndrica que daba vueltas como si fuera un aparador donde todos pudieron apreciar a 360 grados como los estilistas vestían a cada una de las modelos, algo que pasa siempre en un desfile pero que nadie ve.
Cada que estaban listos los modelos tomaban su lugar frente al cristal para que todos pudieran apreciar los looks y las personas que están en backstage también fueran protagonistas de este ritual que para Alessandro es sagrado. Incluso cada uno de ellos iba vestido con un uniforme gris y con una estampa que en italiano decía “Dream Maker” (Hacedor de Sueños). Pues sin todas las personas detrás nada podría materializarse.
En palabras de Alessandro:
Que el milagro de manos hábiles y conteniendo la respiración salga de las sombras. Que la inteligencia colectiva que se ocupa de la gestación sea visible, mientras los escalofríos continúan. Que esa colmena salvaje y loca que hice de mi hogar tenga un trono. Porque ese es el hogar que adoro: el pasaje bendito a través del cual la belleza sale de su caparazón
En la colección pudimos apreciar algunos looks que hacen referencias infantiles como cuello de peter pan, calcetas y vestidos cortos. Los pantalones y trajes setenteros, también fueron parte del show. Entre los accesorios estaban algunos crucifijos en aretes y collares además el brillo que ya hemos visto en colecciones anteriores en máscaras o diademas.
Por otra parte la diversidad de los modelos es una de las características de los shows, no son caras y perfiles convencionales.
Alessandro nos entrega una vez más, motivos para seguir estando al pendiente de cada show. Esto es verdaderamente lo que hace falta cada vez más. Algo que nos deje con la boca abierta, para no perder la capacidad de asombro y así esperar con ansias otra temporada de Milan Fashion Week.