Sin duda, en las famosas líneas del metro de la Gran Manzana se ven pasarelas día a día con todos los habitantes que hacen uso de ellas para llegar a su destino.
Esta vez Jeremy Scott no se contuvo al jugar con este espacio y con las proporciones, pues las piezas de joyería, accesorios, chamarras, incluso encendedores tenían un tamaño considerablemente más grande que una pieza de ropa normal.