Ariana Grande continúa con su pleito legal contra la marca de ropa Forever 21 y una de las hijas del fundador de la empresa, Riley Rose, luego de que la empresa lanzara una campaña online en la que utilizó a una modelo muy parecida a ella e hizo mal uso de, al menos, 30 imágenes y videos, incluyendo su sencillo 7 Rings. La cantante exige una fuerte compensación por concepto de reparación de daños por derechos de autor y falso apoyo.
La compañía se acaba de declarar en bancarrota y, por lo mismo, la demanda tuvo que ponerse en pausa, pues Forever 21 no tiene dinero con qué cubrir las exigencias de la intérprete, pero eso no ha impedido que se haya vengado sutilmente de Ariana.