El interesante inicio de la casa joyera que hoy representa Salma Hayek
La noche de ayer, el "Palacio de los Palacios" se convirtió en un punto de reunión para las mujeres con más estilo como lo son Lilia Henaine, Joanna Faria y Carmiña Peralta. El motivo fue descubrir la historia de Pomellato , la firma de joyería que nació en 1967 durante una tarde en la que Pino Rabolini visitó el tradicional Bar Jamaica de Milán. Frente a su boutique, recrearon el recinto ubicado sobre la Via Brera de la ciudad italiana que abrió sus puertas en 1911 y era frecuentado por intelectuales y creativos como Ernest Hemingway.
Las mesas de café fueron aprovechadas tanto por invitados como por modelos que llevaban puestos los lanzamientos de las colecciones Nudo, Capri y Tango. Estas modelos se involucraron en la fiesta en una especie de obra en movimiento en la que jugaban al backgammon, o bien, se convertían en artistas. Las guitarras del grupo invitado no dejaron de amenizar el ambiente con música clásica de los años 60 que ayudó a permear el sentimiento de la década en la que el fundador ideó Pomellato.
Antes de traer este concepto a México, la firma creó una fiesta dentro del histórico sitio en el distrito de Brera de Milán a principios de año. En dicho evento, la CEO de Pomellato, Sabina Belli, invitó a influencers de la industria como Anna Dello Russo y Carine Roitfeld. Con este guiño a las tradiciones de la casa, nos permitimos recordarla como la marca que introdujo la joyería al prêt-à-porter, sin dejar atrás las nuevas y resplandecientes propuestas de Pomellato que tienen enamorada hasta a Salma Hayek.