¿Cómo encontrar el diamante perfecto?
¿Recuerdan el anillo de compromiso valorado en medio millón de dólares con el que Brad Pitt le propuso matrimonio a Jennifer Aniston? Para quienes no lo tengan muy presente, se trata del anillo Promise de diamantes y platino que hizo junto a la firma Damiani en 1999. Mientras que su matrimonio no duró mucho, este es uno de los diseños que ya se convirtieron un ícono de la firma. Para Silvia Damiani, vicepresidenta de la casa joyera, esta industria siempre ha formado parte de su vida. No sólo le permitió enamorarse de la joyería sino que también le permitió entender a sus padres: "Mis padres trabajaban mucho cuando era pequeña y quise trabajar con ellos para conocerlos más", continuó "al principio fue curiosidad y después se convirtió en amor". Su piedra consentida es el diamante y para ella lo primordial es el saber reconocer una pieza tan especial que no pasa de moda. "Es importante valorar el diseño, pero además la calidad que no se precibe a simple vista", nos contó en entrevista.
Para elegir un anillo de matrimonio, la heredera de la firma fundada en 1924 nos da los siguientes consejos:
Calidad: “Es mejor tener un diamante pequeño pero lindo, que algo grande de poca calidad”. Claridad: Si necesitas sacrificar algo, puede ser esta característica. “Mientras no baje de la categoría VS2 (Very Small Inclusion 2), está bien”, cuenta Silvia. Las inclusiones son ciertas imperfecciones dentro del diamante. Color: Esta categoría se mide de la D (ausencia de color) a la Z (presencia de color). Silvia recomienda una piedra categoría D-H, no menos. Corte: El corte define las facetas y las proporciones con precisión y ayuda a que el diamante brille más. La forma más común es la redonda. Quilates: El peso del diamante se mide en quilates y es importante para valuar la pieza.
Puede que te comprometas con esa persona para toda una vida, pero Damiani te da la opción de no casarte con el primer modelo que compras. Silvia cuenta que muchos hombres jóvenes compran una piedra pequeña, pero pueden regresar a la casa de joyería e intercambiarla por una más grande después de algunos años (tip del editor: ¡pregunta por su descuento en este intercambio! ojo: tiene que ser una piedra originaria de la firma). Además, Silvia nos cuenta que este trabajo es una cuestión moral para ella y se puede ver tanto en el diseño como la calidad discreta de la piedra.