Anndra Neen: joyería mexicana en la mira de los famosos
No sé si es su manera de vestir, el hecho que viven en Nueva York, o la vibra súper cool que dan las diseñadoras Phoebe y Annette Stephens, pero hay algo en ellas que me recuerdan a otro par de hermanas, Mary-Kate and Ashley Olsen. A su cargo está la firma de joyería Anndra Neen que fundaron en 2009 y a lo largo de estos seis años, sus piezas han formado parte del guardarropa de Michelle Obama, Lily Aldridge, Jessica Alba y Jessica Hart, por mencionar a algunas.
Nacidas en la Ciudad de México, y aunque de madres diferentes, las une su apellido paterno y su afinidad por el arte y el diseño, el cual heredaron de su abuela, Annette Nancarrow. Muralista, pintora, y joyera (que en los años setenta vendía sus accesorios en Henri Bendel), la madre de su papá contaba a Peggy Guggenheim y Frida Kahlo como amigas y clientes. Además, llevaba una relación amistosa con Diego Rivera, José Clemente Orozco, y Rufino Tamayo. Por su parte, Luis Stephens, su padre, siempre ha pintado, pero no fue hasta años recientes que lo dejó de ver como hobby y exhibió sus obras en Milk Studios.
Esta gran influencia artística se ve en sus creaciones, por lo que podemos categorizarlas como wearable art. Desde el gusto por piezas precolombinas y art déco que heredaron de su abuela, hasta su propio amor por la escultura y texturas, todo ha influido para crear accesorios con mucha presencia. Se inspiran en joyería europea, motivos egipcios, elementos de diseño japonés, gráficos de la Bauhaus, y la artesanía mexicana, todo con un aire contemporáneo.
Viven en Nueva York, pero trabajan con artesanos de plata y otros metales en la ciudad de México. Antes de establecerse en Manhattan, Phoebe estudió literatura en Wheaton College en Massachusetts y Annette estudió actuación en la Universidad de Boston, con aspiraciones de convertirse en actriz de teatro. Ya en Nueva York persiguiendo sus sueños, fueron a un viaje por Japón y al quedarse impresionadas con el trabajo artesanal de ese país, hizo que despertara en ellas la inquietud de hacer algo similar en México.
Hoy venden en Brasil, Hawai, Londres, Australia y Hong Kong, y tienen una lista impresionante de clientes. Han sido halagadas por The New York Times y en 2011 fueron galardonadas con el Dorchester Collection, que premia a diseñadores emergentes. Ese año, la lista de jueces fue impresionantes, Francisco Costa (Calvin Klein), Giovanna Battaglia (it girl y editora), Keren Craig y Georgina Chapman (Marchesa) además de los editores Elizabeth Saltzman (Vanity Fair) y Derek Blasberg (Harper´s Bazaar). Consideran sus piezas reliquias modernas, piezas que pueden ser pasadas por generaciones. Se trata de una manera de las diseñadoras de narrar su historia, de dónde vienen, de la gente que aman y las cosas que les han permitido ver el mundo como es.
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