Givenchy: La gran noche de NYFW
Propuesta: Seda y Encaje
La colección estuvo claramente dividida entre looks más ligeros y piezas dramáticas. Riccardo Tisci confió en telas delicadas y femeninas como el encaje y la seda. La pasarela estuvo compuesta por vestidos, faldas, jumpsuits, faldas, camisas y crop tops, al parecer para primavera verano 2015, a Givenchy no le falto nada. La mayoría de los looks trataron de piezas en tonos blancos y negros, los cuales fueron complementados con botines de pico con agujetas.
Propuesta: Vestidos protagonistas
Como ya lo habíamos comentado, las piezas dramáticas se develaron en una segunda parte de la pasarela. Fue el cambio de la top Joan Smalls que dividió las propuestas. En cuanto a los vestidos largos de gala, Riccardo Tisci optó por llevar piezas de colores neutros como blanco, beige y toques en café. También se vieron texturas en estas piezas como mosaicos, plumas, y aplicaciones de tela. Otros cuantos, llevaban transparencias, pero el toque que nos encantó fueron las botas largas que se dejaban ver por la apertura de la falda de Joan: kilométricas, dándole así un toque edgy a un vestido completamente glamouroso.
Sleek Hair
Para darle el énfasis que merecía la colección, el beauty look de Givenchy fue sencillo pero acertado. El pelo iba partido a la mitad y peinado hacia atrás con un estilo sleek back, dándole toda la atención a la cara. El maquillaje fue en total nude, pero enfatizando los ojos. Las modelos llevaron ligeras sombras en tonos bronce y café, dando el efecto de un smokey eye delicado y delineando no sólo el párpado superior, pero también el inferior para darle profundidad a la mirada. Las cejas fueron teñidas para crear el efecto de una cara sin cejas y los labios llevaron un ligero tono rosado para darle al look un giro natural pero moderno.
Máscaras
Givenchy también presentó máscaras para dar un toque especial a su colección. Las máscaras estaban hechas, en su mayoría, de las mismas aplicaciones y materiales que los vestidos y combinaban a la perfección. Para estos modelos, el beauty look fue un ballet bun muy ajustado y peinado hacia atrás, complementado con una diadema. Los ojos iban marcados con sombras bronce y café, con el mismo efecto smokey eye que el resto de la colección.
Celebridades en Front Row
La lista de invitados bien pudo ser la de una entrega de premios en Hollywood. Celebridades y personalidades de la moda encabezaron la primera fila del desfile de primavera-verano 2016 de Givenchy. Irina Shayk, Julia Roberts, Amanda Seyfried, Kim Kardashian, Kanye West, Pedro Almodóvar, Hailee Steinfeld, Nicki Minaj, Carine Roitfeld, Anna Wintour, Jennifer Hudson, Ciara, Steven y Liv Tyler, y Jeremy Scott. Todos presentes para descubrir el gran evento que habíamos esperado desde que se anunció que la firma no presentaría en París esta temporada. En pasarela, modelos top como Joan Smalls, Kendall Jenner y la mexicana Issa Lish tuvieron una fuerte presencia.
Escenario
Riccardo Tisci imaginó un escenario muy urbano compuesto por una pasarela de piso de madera en la que se colocaron escaleras individuales a lo largo. Fue un ambiente minimalista en el que los protagonistas eran los propios looks, pero demostró ser difícil para las modelos, pues dos de ellas tropezaron con las escaleras. El escenario estaba cubierto con paredes de aluminio con aspecto a viejo, entre otros materiales reciclados pues de alguna manera la firma quería guardar el respeto y sobriedad que esta fecha merece. El diseñador italiano eligió el Pier 26 de la ciudad de Nueva York en el que se alcanzaba a ver el nuevo World Trade Center. En cuanto a la elección músical, pareciera que Riccardo nos estuviera llevando diferentes religiones. ¿Será que es una manera de hablar de lo que pasó en esta ciudad este día hace 14 años? Mientras iniciaba el desfile, un monje budista acompañado por unos artistas performance fueron los que acapararon el show. Al iniciar el desfile, la música trataba de temas árabes, esta pieza la escuchanos durante los 90 looks, y no fue hasta el finale que esuchamos el Ave María. Podríamos concluir que fue una producción costosa y que demandó mucho del equipo pues tan sólo 1,200 de los invitados eran estudiantes y personas que no están afiliadas a los círculos de la moda. Para los que no pudieron asistir se transmitió en vivo en Times Square, la plaza del Flatiron y el Lower East Side. Además, el desfile se repetirá en SoHo, NoHo y Union Square, inyectándole un sentimiento de pertenencia a todo neoyorquino.