Los Kroenig, la dupla padre-hijo más cool de la moda

Del mal comportamiento de North West en front row a las conmovedoras imágenes de Harper Beckham en el desfile de su mamá, comprueban que los niños en Fashion Week no son una novedad. Pero un toddler modelando a la par de su papá, y que a la vez sea ahijado de Karl Lagerfeld, uno de los diseñadores más respetados en la industria de la moda, sí lo es. Al menos, así lo sentimos en la pasarela de primavera-verano 2011 de Chanel al ver a Hudson Kroenig de dos años desfilar en pantalones de mezclilla y saco de tweed, versión miniatura, de la mano de Brad Kroenig, el male muse del Káiser. Pero ¿quienes son los Kroenig y por qué nos derretimos cada vez que los vemos en los shows de Chanel?

Brad creció en Oakville, Missouri, un subiribio al sur de St. Louis, Estados Unidos, y como muchos, su llamado al mundo del modelaje llegó por una casualidad. Su sueño era convertirse en futbolista profesional y gracias a una beca para deportistas, entró a la Universidad Internacional de Florida. Ahí conoció a una amiga que modelaba en su tiempo libre y le dejaba dinero extra, por lo que Brad decidió probar suerte. No importó que muchas agencias lo rechazaran pues una de las más influyentes, Next, confió en él. Brad ha dicho en varias entrevistas que el mismo día que lo contrataron, se dio de baja en la escuela.

A los 22 años, el ahora consentido de Karl Lagerfeld, se mudó a Nueva York, dónde fue contratado por otra agencia de renombre, Ford Models. La empresa le vio un gran potencial para clientes comerciales como Target y Macy's pero él quería estar presente en las pasarelas de firmas de lujo. Para el 2003, dos años después, Brad debutó en la Semana de la Moda de Milán para Jil Sander y Dolce & Gabbana y su fama disparó. Así fue como consiguió ser portada de L´Uomo Vogue e Interview. El momento crucial para su carrera llegó cuando fue invitado a Biarritz a una producción con Karl Lagerfeld y desde ahí la obsesión Kroenig-Lagerfeld inició.

El Káiser no lo soltó y lo convirtió en imagen de Chanel, Fendi, y el resto de las campañas de las que que el también fotógrafo se encargaba. Para 2004, el influyente sitio models.com ya lo habhía posicionado como el mejor modelo masculino en el mundo. Sus años como principiante en los que posó para Abercrombie & Fitch los había dejado atrás y estaba trabajando con Mario Testino, Patrick Demarchelier, y Richard Avedon.

Pero no hay nada más hot que ver a un hombre con un hijo y al parecer el fashion crowd está de acuerdo. En 2008 tuvo a Hudson, con su esposa Nicole. Brad solidificó la relación familiar que lleva con Karl al pedirle que fuera el padrino de su primer hijo y desde entonces las pasarelas Chanel no han sido igual. Pues no sólo esperamos ver las creaciones de la maison, sino que ansiamos el momento en que Hudson salga con su papá, o con alguna modelo, en especial si es con Cara Delevingne, o bien, sólo.

Los dos son consentidos del diseñador de semblante serio y pelo blanco que siempre viste con camisa blanca, saco negro y lentes de sol. Pero junto al niño de seis años, hemos conocido el lado cariñoso de Karl Lagerfeld. Hudson, gracias a una broma planeada por Cara, le dijo al Káiser que estaba despedido. Pero no todo es juego, el diseñador también está muy involucrado en la educación del hijo de Brad, incitando a sus papás a que aprenda francés.

A nosotros sólo nos queda disfrutar de la tierna participación de Hudson en pasarelas hasta que se convierta en adolescente y decida si quiere seguir la profesión de su papá.