Salvatore Ferragamo, el profeta de los zapatos
En la historia de la humanidad, los zapatos -especialmente los fabricados para mujer- siempre han tenido un rol muy importante. Más allá de simplemente proteger el pie, se han convertido en un fetiche y objeto del deseo.
Los zapatos siempre serán esos accesorios que pueden hacerte feliz, porque son capaces de llevar el cuerpo a sus perfectas proporciones, además de quye lucirás estilizada y perfecta. Y uno de los principales responsables de esto, fue Salvatore Ferragamo, ¿sabes por qué? Aquí te lo decimos.
A Ferragamo se le acredita por haber reinventado el tacón de aguja, sin embargo, la cuña de corcho también fue patentada por él en 1938.
Ferragmo trabajó con una gran cantidad de materiales inusuales como: la rafia y corcho. Más tarde durante el tiempo de guerra, como los recursos eran limitados, Ferragmo también inventó la "sandalia invisible", una cuña con correas de plástico transparente.
Uno de nuestros favoritos es el arco iris de cuña de 1938, también conocido como corcho. A pesar de que la marca ahora está asociada con el zapato Vara que es bastante aburrido, Ferragamo fue uno de los verdaderos pioneros del calzado y responsable de la creación de algunos de los más extraordinarios tacones altos del siglo pasado.
Si recuerdan bien, la exhibición que se realizó en México, en el Palacio de Bellas Artes, se mostraba la historia de un hombre que no sólo revolucionó una industria que estaba en crecimiento durante 1930, si no que logró innovar con la creatividad y la sofisticación de un italiano, pero también tuvo la astucia y la inventiva de un producto que desbordaría las dimensiones estadounidenses y las barreras del mundo entero.
Sus zapatos se caracterizan por ser artesanales, además, de hacer de las líneas entre el lifestyle, la arquitectura, el diseño y el arte, uno solo.
Algunas de las actrices y mujeres importantes, durante la época, que usaron sus diseños fueron, Gene Tierney, Margaret Lockwood, Vivian Leigh, Bett Davis, Audrey Hepburn, Dolores del Río y Eva Perón. Este hombre, con orígenes humildes hizo de los zapatos un instrumento de poder para cualquier mujer que quisiera sentirse segura, bonita, fuerte e imponente.
La revolución en la fabricación de su calzado aún persiste y sólo las mujeres que han tenido el honor de usar sus zapatos, saben de lo qué les estamos hablando. Un par de Salvatores, más allá del lujo y la elegancia, aportan un fit perfecto a los pies.