Si de veranear se trata, los millonarios no se asolean en la playa
Si de fortunas se trata, como en todo hay escalas: la delgada línea entre viajar en primera clase a volar en jet privado es la misma que se traduce en visitar el mar pisando la arena o desde la cubierta de un barco.
Los primeros rayos de sol de junio abren paso a decenas de lujosas embarcaciones que navegan por la Costa Azul, Baleares y Amalfi, que convierten el océano en una pasarela disputándose verano a verano el título del yate más opulento.
Entre los más sobresalientes está el Eclipse perteneciente al magnate ruso, Roman Abramovich, propietario del Chelsea, que durante años ha sido el más grande del mundo con 169 metros de eslora, dos albercas, dos helipuertos, alrededor de 30 camarotes y una discoteca; eso sin contar el sistema antimisiles, los dos submarinos y el sistema anti paparazzi que repela los sensores de la luz de las cámaras.
Desafortunadamente el mogul del futbol recién perdió su corona pues aunque se desconoce la identidad del dueño, hace tres meses fue botado el Azzam con 180 metros de largo de popa a proa. Sospechas se inclinan a que el yate pertenece a la familia real saudí.
Y es que sin duda, si de exuberancia se trata los árabes son los soberanos pues antes del Eclipse imperaba el Dubai, yate oficial del emirato valuado en 183 millones de euros, perteneciente al jeque Mohamed bin Rashid Al Maktoum. Que incluye tres elevadores, varias albercas, canchas de squash, spa, helipuerto, jazuzzis, gimnasio y antros. Pisándole los talones figura el Al-Salamah del príncipe saudí Bin Abdul Aziz, que incluso cuenta con su propio hospital.
El empresario bielorruso Andrey Melnichenko y Aleksandra su esposa presumen el `A´, valuado en 300 millones de euros y nombrado así por la inicial de ambos.
Pero par algunos tener una lujosa embarcación no es suficiente pues los invitados a tomar el sol en cubierta juegan un rol importante para sumarle `allure´ a la fiesta. Aunque de dudoso gusto por su color tornasol el barco de Roberto Cavalli es el favorito por sus noches de juerga, así las mujeres más bellas del mundo como Irina Shayk, Karolina Kurkova, Doutzen Kroes, Stacy Kleiber y Sharon Stone disfrutan de sol a sol el yate del italiano.
Pero Cavalli no es el único de los diseñadores que disfruta de afamadas invitados pues recientemente también el tándem de Dolce & Gabbana fue visto disfrutando de Portofino con Eva Mendes.
Y mientras unos disfrutan de dejarse ver otros en cambio prefieren la discreción como el tercer hombre más rico del mundo según Forbes, el dueño de Inditex Amancio Ortega que recién sacó de la marina de Pontevedra el Valoria, calculado en seis millones de euros, para disfrutar de unos días con su nieto de cuatro años.
Igual que el presidente de Real Madrid, Florentino Pérez, que ya va por SU tercer yate llamado Pitina -mismo nombre de su fallecida esposa-, que se calcula en 18 millones de euros.
Pero si de navegar se trata, los royals no se quedan atrás con los Casiraghi asoleándose en el Pachá y antes los Borbón en el Fortuna, el cual ahora está en manos del estado.