El legado de estilo de Carolina de Mónaco
Después de 57 años Carolina de Mónaco demuestra que la edad no es motivo para descuidar el look. La Princesa ha continuado con su estilo desde que era joven, podría ser gracias a la glamorosa herencia de sus padres Rainiero de Mónaco y Grace Kelly, una de las mujeres más recordadas de la historia.
Suele balancear sus accesorios con las prendas, es decir, si lleva un saco cargado y un tocado, opta por unos aretes cortos y no utiliza collar. Es raro ver a Carolina sin pulseras o brazaletes, ya que es una forma de atraer la atención a las manos, sobre todo al momento de hablar.
Tiene una fascinación por los accesorios, cuando se tarta de sombreros o tocados sabe elegir los correctos. Se le ha visto también con fur y hasta plumas. Los bolsos pequeños, aretes, gargantillas, brazaletes y demás nunca faltarán en su armario.
Desde que Carolina era joven, sus atuendos han sido atinados aún cuando mezcla elementos con aires `boho´. Cuando Carolina experimenta un poco más con la moda prefiere los toques `boho chic´ pero nunca rompiendo las reglas de etiqueta. Estampados florales, coloridos, pedrería, brillos y fur, son elementos constantes en su vestimenta.
El estilo de Carolina es indudablemente europeo y lo ha logrado adaptar a su edad, ya que no luce fuera de lugar. Este sentido de estilo lo ha heredado a su hija Carlota Casiraghi, quien hoy forma parte de las mujeres mejor vestidas del mundo. Carlota se refleja en su madre pero mantiene un estilo propio, también muy atinado.
Además de elegante y glamourosa, Carolina es una mujer ejemplar. A pesar de momentos complicados en su vida personal, se ha sabido mantener íntegra frente a la gente, eso sí, luciendo siempre espectacular.