Estereotipos y belleza: el racismo en el mundo de la moda

El mundo de la moda no es precisamente conocido por su actitud incluyente y libre de jucios, pero la mayor parte de sus problemas de discriminación, por lo general basados en la apariencia física, pasan desapercibidos o son perdonados por los fanáticos de la industria.

En ocasiones, sin embargo, ni siquiera los fashionistas más fieles pueden dejar pasar los deslices de sus marcas o diseñadores favoritos, y existen numerosos casos de escándalos que han sido creados por el tono racista que se lee en la publicidad o productos de una marca o, en la peor de las situaciones, de la propia boca de un personaje antes adorado.

Conoce cinco famosos casos de escándalos por racismo en el negocio del estilo y dinos, ¿crees que las críticas tenían fundamento?

5. Beyonce y L'Oreal. Toda celebridad que aceta ser cara de la famosa marca de cosméticos se ve obligada a firmar un contrato en el que promete que no hará cambios radicales a su apariencia. Después de todo, L'Oreal la quiere exactamente como la contrató, ¿correcto?

Parece ser que no necesariamente, pues en 2008 surgió un escándalo a partir de la publicación de un anuncio protagonizado por la cantante afroamericana, en el que su piel lucía notoriamente más clara. Cierto, el color rubio cereza que promovía no era precisamente el más adecuado para su tono verdadero de tez, pero la transformación era tan absurda que los comentarios llegaron a medios internacionales.

Lo único que L'Oreal tuvo que decir fue que era "categoricamente incorrecto que [la marca] alteró la piel o facciones de la Srita. Knowles en la campaña publicitaria". Y lo único que el mundo tuvo que decir fue un enorme y colectivo "Sí, claro".

4. Urban Outfitters y la estrella. Y los irlandeses. Nos encantaría mencionar todas las ocasiones en que Urban Outfitters se ha metido en un problema por la ropa que fabrican, pero como tenemos tiempo limitado y no queremos aburrir a nadie, nos limitaremos a dos.

En abril de este año, precisamente en la semana del Yom HaShoah, día en que se recuerda el Holocausto, se hizo disponible para compra en línea una prenda de curiosas características. Se trataba de una camiseta en color amarillo con una estrella de seis picos como detalle. Esta estrella tenía una semejanza innegable con la que los judíos fueron obligados a utilizar durante el régimen nazi.

La pieza fue diseñada por la marca danesa Wood Wood, y la estrella en cuestión aparece en más de una prenda de su colección primavera-verano.

En solamente un año esta era la segunda ocasión en que Urban Outfitters se metía en problemas, pues solamente un mes antes, para conmemorar la fiesta de San Patricio, se diseñaron blusas y camisas conmemorativas haciendo alusión al origen irlandés de la festividad. Y al estereotipo que los nacionales de ese país tienen una propensión a beber en exceso.

Con frases como "Irish I were drunk" y "Kiss me. I'm drunk, or Irish or wathever" [Bésame, soy alcohólica o irlandesa o lo que sea], la marca se ganó fuertes críticas alrededor del mundo.

3. Victoria's mistake. Las críticas hacia la popular marca de ropa interior Victoria's Secret por lo general giran alrededor de los frecuentes desastres de Photoshop en sus catálogos. Y entonces llegó la pequeña geisha.

Esta semana la controversia giró alrededor de un sensual atuendo que aparecía en el sitio web de la marca, modelado por la espectacular modelo Candice Swanepoel. El conjunto, llamado "Sexy Little Geisha", consistía en un negligé con transparencias y un estampado florar "inspirado por el este", y un cinturón tipo obi como el de los tradicionales trajes asiáticos. El look se completaba con un peinado hecho con palillos y un abanico de mano.

Tomando como base el estereotipo de las geishas como prostitutas, numerosas personas y asociaciones expresaron su desacuerdo. "Este traje dice que la cultura puede privarse de su realidad y ser reducida a un tipo de sexualidad exótica", argumentó Nina Jacinto, "es un fetichismo racista hacia las mujeres asiáticas".

El atuendo ha sido eliminado de la página de Victoria's Secret, y aún se esperan sus comentarios.

2. Dolce & Gabbana y los aretes. El domingo se presentó la colección primavera-verano 2013 de Dolce & Gabbana en Milán, y con ella un problema para sus diseñadores, Domenico y Stefano.

Resulta que sus modelos, todas ellas de raza blanca, portaban un par de aretes por demás interesantes. Y por "interesantes" queremos decir "con la forma de una mujer negra ataviada con un turbante y frutas". Leíste bien. Un turbante y frutas. Una "negrita cucurumbé", dirían algunos.

La colección se basó en la tierra natal de los diseñadores, Sicilia, y los aretes hacen referencia a las estatuas de Blackamoor, que son un ícono frecuente del arte italiano colonial. A pesar del origen inofensivo de las piezas, muchos las consideran racistas y un accesorio innecesario para el espíritu del recuerdo.

En contexto el asunto se pone peor, pues D&G es una marca de lujo propiedad de dos hombres caucásicos y ninguna de las modelos era siquiera morena. Los aretes por sí mismos no eran feos, y si el desfile hubiera sido un poco más incluyente en cuanto a su selección de mujeres, quizás el escándalo hubiera sido menor.

1. Galliano. El diseñador británico jamás fue precisamente un ángel, pero como Director Creativo de Givenchy y Dior lo hizo tan bien que su actitud arrogante y estrafalaria le fue perdonada por mucho tiempo. Después de todo, no cualquier diseñador se hubiese atrevido a poner modelos en la pasarela usando un enorme sombrero de plástico, y mucho menos en un show de haute couture.

Pero en febrero de 2011 el asunto cambió, cuando Galliano fue arrestado por ataques y comentarios antisemitas afuera de un bar de París. El educado en Central St. Martins, según se dice, había bebido demasiado y testigos afirmaron que decía maldiciones, insultaba a los judíos y terminó atacando a una pareja.

El arresto fue pacífico, pero unos días después el diario británico The Sun publicó un video, que no fue de esa noche, en el que se observaba al diseñador expresando admiración por Adolfo Hitler y diciendo a una persona judía comentarios seriamente ofensivos.

Poco después Dior suspendió a su entonces Director Creativo para después despedirlo, y nombró a Raf Simons, quien entonces diseñara para Jil Sander, su sucesor, cambiando el rumbo de la casa de moda por completo.

Queda claro que, digan lo que digan, las actitudes racistas pueden tener consecuencias serias incluso en una industria considerada superficial, como lo es la moda, aunque hasta sus mayores exponentes han admitido que aún falta mucho por hacer. Dinos, ¿crees que estos escándalos hayan sido justificados o te parece que se llevaron a la exageración?