El equipaje de 32 mil dólares de Kate Middleton
Estar casada con un príncipe es el sueño de toda niña pequeña, pero quizá debería comenzar a ser el de todas las fashionistas del mundo, porque los detalles del guardarropa que Kate Middleton llevó a su reciente gira por el sureste asiático acaban de salir a la luz y, debemos decir, el asunto es verdaderamente envidiable.
Mientras se desencadenaba el escándalo por las fotografías en que aparece topless, la Duquesa de Cambridge no pareció darle atención y fue vista usando 18 diferentes atuendos durante visitas a los habitantes de Singapur y las Islas Solomón y diversos eventos formales.
El rango de precios va desde los cien dólares por un vestido de la tienda londinense Jaeger hasta una creación especial de Alexander McQueen, que se estima costó alrededor de 8 mil dólares. La suma de cada uno de sus outfits, las bolsas, zapatos y joyería, ascienden a unos muy respetables 32 mil dólares.
¿Qué puede haber costado tanto? Un vestido con aplicaciones y orquídeas pintadas a mano de Jenny Packham hecho especialmente para ella (USD$1,250), un vestido de estampado gráfico de Prabal Gurung (USD$1,990), Un traje blanco de Alexander McQueen (USD$2,100), una blusa y una falda de Raoul (USD$570), un Erdem con estampado de acuarela (USD$1,450), otro vestido de Jenny Packha,, esta vez en azul claro con encaje (USD$2,745), un traje en seda de Beulah London (USH$1,450), un vestido de Mulberry (USD$965) y el vestido largo blanco de Sarah Burton para Alexander McQueen, que costó poco más de 8 mil dólares.
Por si necesitáramos más razones para adorarla, la Duquesa también llevó un par de prendas bastante más accesibles, como una blusa Zara de USD$32 y un vestido amarillo confeccionado por un diseñador independiente.
Kate es famosa por usar sus prendas más de una vez –y la amamos por eso– así que no creemos que se meta en problemas pronto por satisfacer sus caprichos sartoriales, además de que observar sus elecciones es el placer culposo de millones de mujeres
No creemos que nadie se atreva a negarlo: esperar al Príncipe Guillermo durante casi una década valió la pena.