La evolución de los trajes de baño en las olimpiadas
Según la BBC la mejor manera de optimizar el rendimiento de los nadadores es que lo hagan sin ropa. Y antes de la mitad del siglo 19 ¡así fue!
Ahora por supuesto que eso ya no funciona no obstante los trajes de baño modernos permiten que los nadadores se muevan por el agua igual de enérgicamente.
Los trajes de baño han existido desde 1800 pero no fue hasta el final de la segunda guerra mundial que diferentes compañías comenzaron a desarrollar textiles especiales para incrementar la velocidad de los nadadores.
A principios del siglo 20 la mayoría de las piezas de baño estaban confeccionadas con lana tejida que pesaba cuando se mojaba, además de no verse del todo bien. Una elite de nadadores, incluyendo el equipo olímpico británico de 1924, utilizaron `outfits´ hechos de seda, los cuales eran más livianos y cómodos pero de un alto precio.´
El rayón, versión artificial de la seda, fue introducida en 1930 pero no fue hasta 1940 que la tecnología de la industria de los trajes de baño despegó.
El dilema fue claro ¿cómo crear un bañador que fuera atractivo y cómodo a la vez? La respuesta llegó en 1940 y 1950 con el desarrollo de textiles ligeros y baratos como el nylon. Para 1960 la industria había crecido notablemente y los atletas de natación eran más rápidos que nunca.
Tomando en cuenta que una competencia cada segundo cuenta, en 1962 el ASA emitió un reporte que decia que las piezas de baño creaban un poco de fricción mediante su movimiento en el agua lo que significaba que no eran cien por ciento eficientes.
Speedo fue la primera empresa en desarrollar productos de nylon y lycra (1980), los cuales continúan siendo la opción más popular para los nadadores.
La última innovación de la firma fue el traje de baño de cuerpo completo diseñado para imitar los movimientos de un tiburón. Éste fue portado por Grant Hackett y Micheal Phelps en Atenas.
Claro que los trajes no son sólo acerca de tecnología, la moda y la mercadotecnia también juegan un rol muy importante. Es difícil imaginar que es lo que sigue para esta industria.