Sarah Burton la heredera de McQueen
El fallecimiento del reconocido Alexander McQueen en febrero de 2010 dejó helado al mundo de la moda. El llamado enfant terrible, con tanto talento por delante, había aportado lo suficiente a la industria para dejar un vacío difícil de llenar.
Pero su nombre no podría quedar en el olvido y alguien estaría destinado a dar seguimiento al nombre McQueen, si no tal como lo haría su creador, si de la forma más parecida posible, conservando su alma de autenticidad, de romanticismo y ese toque oscuro tan característico del británico.
Burton no era una extraña para el mundo McQueen. En 1997, tras haberse graduado del prestigiado Central Saint Martins College of Art and Design y después de haber sido becaria de la firma, se convirtió en asistente personal del diseñador. Fue en 2000 cuando le dieron el cotizado puesto de Jefa de Moda Femenina y sus aportaciones eran notorias. No fue sorpresa, entonces, cuando después de la muerte de Lee -como le llamaban cariñosamente a Alexander-, fuera nombrada directora creativa y pocos meses después, en septiembre, presentó su primera colección McQueen.
La apuesta de Gucci al decidir que la firma debía continuar y que Sarah, amplia conocedora del estilo del atormentado diseñador, la llevara, tenía todas las de ganar. La carga, del mismo tamaño que el honor por ser la sucesora de McQueen, no fue un problema para Burton.
El momento de la verdad
Aunque en las esferas de la moda ya era bien conocida, si nombre fue inmortalizado cuando diseñó el vestido de novia de Kate Middleton, en la boda con el Príncipe Guillermo, seguida por millones alrededor del mundo.
Sarah, de 37 años, llamó la atención de la Duquesa de Cambridge en la boda de Tom Parker Bowles, pues fue la diseñadora quien creó el vestido de la novia. Esto sucedió en 2005, pero la impresión habría sido tal que Kate la tomó en cuenta seis años después.
"Miss Middleton eligió la firma británica Alexander McQueen por la belleza de su artesanía, su respeto a a la tradición y por la técnica de su ropa. Deseaba que su vestido combinara tradición y modernidad con la visión artística que caracteriza el trabajo de Alexander McQueen", comentó la Casa Real. Por si fuera poco, Sarah también diseñó el tan comentado vestido que Pippa Middleton usó en la boda. Su nombre estaba en boca de todos.
A la fecha y tras haber ganado el título de Diseñadora del Año en los British Fashion Awards de 2011, Sarah sigue apostando al estilo british que su mentor dominó. Una mezcla de lo romántico y lo gótico, de lo etéreo y lo espectacular, que siguen siendo favoritas del siempre exigente mundo de la moda, así como en el de las celebridades. Sus creaciones contraponen simpleza y complejidad de forma tal que es difícil no quedar boquiabierto.