Vera Wang enfrenta a amante de su papá

Más que por sus envidiables creaciones de novia , esta temporada el nombre de Vera Wang ha resonado por la gran polémica que ha generado su padre, el magnate farmacéutico y petrolero, C.C Wang al morir.

El mogul chino, de 87 años, dejó una fortuna que asciende a los 120 millones de dólares (que incluye; cinco mansiones alrededor del mundo, un campo de golf, una pinacoteca, lujosos coches y otros bienes) y ha sido llevada a la corte por Betty Phillips, quien fuera su amante durante 30 años.

La pareja se conoció en la década los 80 en Singapur mientras él estaba casado y ella salía de una relación abusiva así, establecieron un romance con 30 años de diferencia de edad y que duró más de un cuarto de siglo. Una tarjeta American Express negra y un departamento fueron tan sólo algunos de los beneficios con los que Wang agradó a Phillips a la par que él llevaba una doble vida.

Al morir Florence, la esposa legal del magnate, en 2004, Betty aspiró con ser algo más que la amante y comenzó a presionar al viudo para casarse. Pero vaya sorpresa se llevaría ese mismo año cuando Wang sufriera un ataque al corazón y ella llegará a visitarlo a su mansión de Southhampton.

Según informó el The New York Daily News a Betty se le negó la entrada a la mansión y se le entregó una fría carta en la que el ex general le pedía que no volviera a contactarlo a él ni a ninguno de sus relativos.

“Les he dicho a mis hijos y con esta carta lo certifico que como te he dicho en el pasado no tengo ninguna intención de casarme contigo y que bajo ninguna circunstancia seremos marido y mujer”, dice la carta publicada por el medio neoyorquino que aquí se adjunta.

“Es más, como hasta el momento he cuidado de ti económicamente no habrá ni una sola transferencia más de dinero hacia tu persona”, escribió C.C Wang. “Por favor”, pide, “confírmame que con tu firma renuncias a cualquier tipo de reivindicación de la naturaleza que sea contra mí, mi familia o mi fortuna”.

Phillips así lo hizo en la puerta de la mansión y regresó a Singapur, el tiempo pasó y la indignación creció y hoy reclama los hechos ante el tribunal y exige parte de la inmensa fortuna del desaparecido empresario, además argumenta se le deben 10 millones de dólares y un pago anual de 150 mil dólares de cuando Wang aún vivía.