Carrie, Samantha, Charlotte y Miranda Fashion Icons
Esta serie se distingue porque desde el día uno impuso moda. ¿Quién no recuerda en amor de Carrie Bradshaw por los zapatos Manolo Blahnik? Los chinos dorados, tan imitados no sólo en Nueva York sino en varios países… Esta secuela no es la excepción. Es la primera vez que las amigas salen en locación a un lugar exótico –Abu Dhabi- y con las escenas en este lugar, traen un look “dessert” bastante glam que comprende vestidos largos, turbantes, collares grandes, conocidos como statement necklaces, sandalias muy sexys, muchas pulseras...
Looks fuertes y dominantes que no sorprenden de Patricia Field, la estilista de cabecera, quien hizo un gran trabajo puesto que las cuatro lucen más sofisticadas que nunca. Hay mucho color, telas vaporosas, lujo, accesorios de lujo y la presencia de marcas como Chanel Couture, Halston Heritage –de la cual Sarah Jessica Parker es directora creativa-, Christian Dior,.. También mucha ropa y accesorios vintage, pues Field es una maestra en mezclarlos con alta costura.
Carrie alterna Manolos con Jimmy Choos y Louboutins. No soprende que el guardarropa de las cuatro protagonistas haya costado 10 millones de dólares, y hayan habido 125 cambios de vestuario. El vestuario de Samantha tiene cortes asimétricos, aperturas y es más corto. Sus accesorios son edgy, como hombreras de picos plateados y es siempre sexy y glamorosa, como su personaje. Las bolsas estilo clutch son lo suyo. Charlotte ahora es madre, así que su reto es lucir chic al mismo tiempo que child friendly. Miranda luce mejor que nunca en la película. Más glamorosa, más sofisticada y siempre elegante.