Rodeada de la magia que el Día de Muertos desborda en San Miguel de Allende, a unos pasos de la emblemática parroquia hay una puerta vigilada por dragones. El edificio, de un azul familiar, guarda en sus casi 400 años de edad, historias y leyendas como pocas construcciones en el país. Las aldabas con forma de dragón que originalmente custodiaban el cuartel de la caballería de Allende en el sXIX, hoy no sólo vigilan el joven pero importante legado de una de las casas tequileras más importantes de la actualidad, sino dan pie a su nombre: Casa Dragones. Es en esta "casa espiritual" de la marca donde a modo de celebración junto con una cata y cena maridaje, se devela la pieza central del evento. "Dos Soles" es una ofrenda diseñada por el artista Daniel Valero que abre simbólicamente un portal con su contraparte instalada en el Rockefeller Center, en Nueva York.
Tequila Casa Dragones se corona como el rey de San Miguel de Allende
Las cuatro expresiones (etiquetas) que la Casa Dragones ofrece son una a una presentadas por la misma Bertha González,Maestra Tequilera, CEO y cofundadora de la marca, en una cata que camina por la historia, las notas en nariz, la maestría de cada botella, el agave, la pureza del Blanco, los bosques nipones de roble Mizunara que dan sabor al Reposado, la armonía en la mezcla del Añejo y el fin en boca.
Con un menú de cinco tiempos, el chef Olivier Deboise nos convida a explorar los contrastes y afinidades de sabores fundamentales, maridándolos con cada etiqueta de la marca logrando un viaje culinario exquisito, mientras que a cargo de la reconocida mixóloga Fabiola Padilla corrieron los cocteles firmados para la ocasión. Y es así, como una cata que empieza en la Casa Dragones abre el horizonte a una experiencia del tequila sin igual.