La CDMX desde sus tacos: las 5 taquerías que mejor la representan
Sé que siempre estás en búsqueda de unos buenos tacos, así que te digo dónde comer los de pastor, de suadero, de guisados o de carnitas. Solo sigue esta guía.
Mantener en movimiento la Ciudad de México, la más grande del país, requiere enormes cantidades de comida disponible a toda hora, que se adapte a distintos presupuestos y más difícil aún: que dé energía sin sacrificar sabor. Reunimos la lista de los tacos más deliciosos que puedes encontrar en la CDMX , te lo firmo. Los dividimos por su especialidad; es decir, dónde comer los mejores tacos de pastor, de suadero, de guisados o de carnitas. Y sí, también tenemos tacos para los trasnochados.
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Carnitas: El Rincón Tarasco
Antes del amanecer, la ciudad comienza a moverse. A las cinco de la mañana, los trabajadores de El Rincón Tarasco comienzan a preparar los 80 kilogramos de carne de cerdo para la venta diaria, cantidad que los fines de semana se triplica sin problema.
Los primeros tacos comienzan a salir después de las nueve de la mañana. El de maciza con cuero para el oficinista que ya va tarde al trabajo; un taxista recibe un plato con dos tacos de barriga, la estrella del lugar, un taco generoso con la combinación perfecta de carne suave y una ligera capa de grasa que se derrite en la boca.
Desde hace 45 años, este local ubicado sobre avenida Revolución –casi esquina con José Martí, en la colonia Escandón–, es parte de la historia de la ciudad y generaciones que han visitado la taquería de los Zapién para regresar a ese sabor que difícilmente podrás probar después de las tres de la tarde.
Dirección: José Martí 142, Escandón.
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Pastor: Los Güeros de Boturini
Atardece y la ciudad comienza a vibrar de nuevo con los cientos de miles de capitalinos que terminan la jornada laboral. El sistema de transporte público se convierte en un caos y se mueve a marchas forzadas. Al mismo tiempo, la taquería Los Güeros, en la esquina de Lorenzo Boturini y Cucurpe, comienza a amontonarse la gente.
Populares hasta hace poco, pero famosos desde siempre, Los Güeros llevan más de 50 años sirviendo trozos de felicidad en tortillas pequeñas. El secreto, dice el encargado, está en el adobo y en los más de 80 kilogramos de carne fresca de cerdo que preparan cada día para servir uno de los tacos al pastor consentidos de la ciudad. La carne, jugosa y en su punto, se combina con las salsas ahumadas, lo dulce de la piña y el cilantro y la cebolla –sin olvidar el limón– para crear un taco redondo y equilibrado en el que convergen los sabores básicos para hacerte salivar y disfrutar con cada mordida.
Alejados de los lugares de interés de la CDMX, Los Güeros se han convertido en una parada obli- gada para familias pero también para trasnochados, para asistentes a conciertos, festivales y mexicanos recién llegados a su país, que en las horas más oscuras buscan sentir el confort y apapacho de un buen servicio y una gran salsa.
Dirección: Lorenzo Boturini 4354, Aeronáutica Militar.
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Suadero: Los Cocuyos
Mantener activa una de las ciudades más grandes del mundo como la Ciudad de México, con más de 9.2 millones de habitantes de acuerdo con el recuento oficial de 2020, requiere un suministro de alimentos constante. Los Cocuyos, en el Centro Histórico de la ciudad, es uno de esos pequeños lugares cuya luz atrae lo mismo a quienes van comenzar la jornada laboral como a quienes apenas terminan la fiesta. Todos a la espera de una orden de tacos de suadero, la especialidad de la casa.
Confitados durante horas en una cazuela con manteca, los 45 kilogramos de suadero diarios desfilan por la cazuela por turnos para tomar un ligero sabor caramelizado. El resultado es un taco de carne suave que se podrían cortar con una cuchara, listo para agregar salsa y unas gotas de limón.
A la primera mordida queda claro cómo Los Cocuyos se ganaron un lugar en el corazón de los capitalinos, y por qué vale la pena visitarlos, ya sea como turista, para echar un taco si estás por el rumbo o para terminar la fiesta. Este lugar, como la Ciudad de México, no le niega un taco a nadie. A ninguna hora. Mientras haya tortillas habrá tacos para todos.
Dirección: Simón Bolívar 54, Centro Histórico.
Parrilla: Los Parados
En Los Parados de Monterrey, el servicio empieza pasado el mediodía. Cuando las salseras ya están acomodadas y el carbón ardiendo. Los primeros cortes de carne tocan la parrilla y la magia comienza. De acuerdo con una visualización de datos que realizó el especialista Baruch Sanginés, el 94% de los habitantes de la CDMX tienen una taquería a cinco minutos a pie de su casa. Pero solo si tienes suerte, estarás cerca de Los Parados de Monterrey.
Desde 1965, cientos de tacos salen a diario de la parrilla de este lugar. Los clásicos de bistec o chuleta, las combinaciones con queso o alambres, y el de rib eye, ese corte que tiene el equilibrio perfecto de grasa y carne que le da sabor, jugosidad y las pequeñas marcas de la parrilla, que lo convierten en un pretexto ideal para un taco bien servido.
Entre semana, las parrillas se apagan pasada la medianoche. Los fines de semana, cierran a las cinco de la mañana, a tiempo para recibir a los trasnochados y a quienes empiezan el día.
Dirección: Monterrey 333, Roma Sur.
Guisados: La Glorieta
Vivir en una ciudad tan grande, implica vivir a diferentes ritmos y gustos variados. Los tacos de guisado son una prueba de ello. Mientras las carnitas se cocinan en grandes cazos de cobre, los fogones de los puestos de tacos de guisado mantienen calientes los guisos caseros, esas joyas poco conocidas de la cocina mexicana que son el almuerzo perfecto para miles de trabajadoras y trabajadores de la CDMX.
Entre la variada, y muy distinta, oferta gastronómica de la Condesa, La Glorieta es una gran opción para comer bien, a buen precio y probar la comida de los hogares chilangos, como el clásico chicharrón en salsa verde, que se impregna en la proteína y escurre al morder el taco para dejar sentir la acidez del tomate en cada bocado que se combina con el sabor a frijol y maíz. Pocos sabores tan mexicanos como este.
Mientras se acerca la hora del regreso a la oficina, las cazuelas de La Glorieta, con 24 diferentes guisados, quedan vacías una a una. La ciudad se prepara para sus últimas horas de luz y este local frente a la glorieta de Citlaltépetl descansa para enfrentar la jornada del día siguiente.