¿La próxima Yalitza? Ella representa al cine mexicano en la 77 Mostra di Venezia
A sus 21 años la beliceña Indira Andrewin, de la mano de la mexicana Yulene Olaizola, está lista para alzarse como Mejor Actriz por su participación en 'Selva trágica'.
La frescura, naturalidad y chispa de Indira Andrewin son casi palpables, a pesar de que la charla es a distancia porque ella vive y disfruta de su amado Belice. El encuentro con la nominada a Mejor Actriz en la 77 Mostra Internazionale d'Arte Cinematografica della Biennale di Venezia fue a través de Zoom.
La historia de Indira recuerda a la de la oaxaqueña Yalitza Aparicio, quien por un evento muy afortunado, acudió para acompañar a su hermana al casting del filme Roma, de Alfonso Cuarón, y terminó protagonizándolo, con lo que hizo historia. Para Andrewin, la artífice de su serendipia fue su mamá, contó en exclusiva a Quién, en la que fue su primera entrevista en la vida.
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Indira no tenía experiencia como actriz, pero si como modelo, por lo que tener una cámara enfrente no fue algo tan nuevo, aunque sí todo el proceso de filmación que la enamoró, gracias a la destreza de la directora mexicana Yulene Olaizola, quien fue una guía tan precisa que logró que su protagonista alcanzara la nominación a Mejor Actriz en la Biennale Cinema 2020.
Realmente nunca había pensado en actuar porque no tenemos la industria en Belice. Un día estaba visitando a mi papá, que vive en un lugar remoto, en donde no hay internet y a veces tampoco teléfono; pero mi mamá me llamó y me dijo: 'adivina qué… pasa algo genial, están buscando a una joven beliceña, que sea criolla y van a filmar una película en la selva'
Recordó Andrewin de cómo primero la suerte jugó un papel fundamental en el arranque de su sueño para convertirse en actriz, pero que después ella forjó con su talento nato, algo por lo que se siente sumamente agradecida: "Oportunidades como esta nunca llegan en mi país y sentí, desde lo más profundo, que era para mí, así que estaba muy emocionada".
Tras aceptarla en su casting , la mexicana Yulene vio en Indira la "magia" y, así como Alfonso, no dudó en darle el peso protagónico a una no actriz, de la que estaba segura de que tenía todo para brillar en el séptimo arte, y la postulación que le dio el jurado de Venecia, presidido por Cate Blanchett, le confirmó que no estaba equivocada.
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Filmar bajo la dirección de Olaizola, fue toda una experiencia de vida para la joven modelo: "No sé cómo lo hace, tiene una personalidad que da confianza, siempre es muy centrada, estaba sonriente, aunque tenía que manejar a 70 personas, pero siempre dominó el espacio, pero al mismo tiempo traía este brillo y nos hacía sentir como en familia.
"Trabajábamos juntos, expresamos nuestra creatividad, así que fue genial rodar con ella. No tenía ninguna expectativa porque era mi primera vez (en un set de filmación), pero realmente sentó mis estándares muy alto", abundó Andrewin, quien aceptó que estuvo confiada en convencer a Yulene, gracias a la seguridad que le dio el modelaje, que empezó a los 15 años.
El proceso de Indira para quedarse con el papel de Agnes incluyó realizar pruebas durante tres días en Chetumal, en donde le ofrecieron técnicas de actuación con las que, compartió, se sintió muy cómoda y en su ambiente, al final de ese llamado Yulene le dio la feliz noticia: "Me dijo: 'Lo lograste', y yo estaba muy feliz; después de eso me sentí lista para hacer la película".
Un tributo a la tradición maya
En Selva trágica, Olaizola transporta al espectador a 1920 en un territorio fértil, la frontera entre México y Belice, en la que un grupo de hombres trabajadores del chicle se adentran a la jungla para robarle sus tesoros, pero ahí se encontrarán de frente con un ente, parte fundamental de la tradición maya: la Xtabay, que despertará en ellos tensión y avivará sus deseos y fantasías.
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Agnes (Andrewin) se encargará entonces de vengar a la selva, con sus plantas venenosas, nubes de mosquitos, animales feroces, su propio encanto y el de criaturas misteriosas. Para Indira esta exploración de la cineasta de la tradición, a la que rinde un sentido tributo, es algo que hay que aplaudir.
Creo que Yulene fue muy valiente al venir de Ciudad de México y lograr controlar a este enorme grupo de personas y llevarlos hasta la jungla; sin que ella haya crecido ahí tampoco. Para mí fue como estar en casa, porque crecí en una aldea criolla, corría descalza, iba a nadar con mis primos, pescaba y siempre estaba en contacto con la naturaleza, como es Agnes
Así, Indira consideró que ser esta joven fue "casi como darme vida a mí misma, todo fue sentirme en mi ambiente, una vez mi papá vino a visitarme el set y me reveló que mi abuelo fue chiclero, así que había una conexión que me hizo sentir que esto era para mí", en cuanto a la referencia a la Xtabay, mencionó que es "una parte muy importante de la cultura en Belice.
"Así como lo es en Yucatán; recuerdo que mientras era niña escuchaba historias acerca de ella, mis amigos y familia venían a mi casa, después de trabajar y aseguraban que la habían visto y yo lo creía, además de que estoy segura de que en la selva pasan experiencias muy místicas y como los chicleros tienen que trepar árboles muy altos, no muchos sobrevivieron", agregó Andrewin.
Lista para Venecia
Indira se convertirá en unos días en la cara pública de Selva trágica, desfilará por la red carpet del 77 Festival Internacional de Cine de Venecia, en el que la película compite en la sección Orizzonti, porque según el jurado la visión de Olaizola "representa la última tendencia estética y expresiva en el cine mundial".
Además de esos aspectos técnicos tan esenciales, para Andrewin el retrato logrado por Yulene en el largometraje es un homenaje a sus tradiciones, así como al pasado, presente y futuro grandioso de las comunidades alejadas de las grandes metrópolis latinoamericanas, que hoy aún mantienen su lucha para mantenerse vivas en la era de la inmediatez y la tecnología de punta.
Especialmente ir al Festival Internacional de Cine de Venecia es algo enorme, porque, al lado del de Cannes, es uno de los más prestigiosos, así que ser una beliceña que irá a Italia para dar visibilidad a un país con una población de tres mil 500 personas, es una gran oportunidad, no sólo para mí sino para otras personas de mi edad y país que dirán: 'Todo es posible'
Aceptó Indira, quien además confesó que aparte de la gratitud que siente, también vive con emoción la posibilidad de compartir con los grandes nombres de la cinematografía mundial, ahora que viajará a Venecia: "Estoy muy agradecida, no tengo expectativas, pero estoy abierta a cualquier ofrecimiento que pueda llegar. Hay nervios y presión por esta imagen de ser actriz".
Curiosidad y glamour
Andrewin se sinceró y compartió que tiene "mucha curiosidad" por saber qué pasará con la cinta que protagoniza y con su naciente carrera como actriz, con este debut con el pie derecho, con el que descubrió que le gustaría continuar actuando, después de saberse dueña de una fortuna que pocos tienen.
"Descubrí, gracias a Yulene, que tenía esta pasión y que soy buena para la actuación, aunque fue algo tan nuevo para mí, es algo tan creativo, tan intenso, que me hace sentir tan bien, que amo hacer porque me siento viva", explicó emocionada, más aún por la oportunidad de hablar a nombre de las mujeres en Belice.
Representar a las mujeres… escuché que en esta edición del festival es la que más participación ha tenido de directoras y que hay una potente energía femenina, eso nos muestra que el mundo está evolucionando y que estamos teniendo más éxito y no tenemos que confiar en nadie más para hacer nuestros sueños realidad
Para Indira todo es surrealista, ahora que sabe que también irá al 58 Festival de Cine de Nueva York y al 68 Festival de Cine de San Sebastián: "En estos tiempos de coronavirus voy a poder caminar por una alfombra roja (risas), es muy emocionante estar con las celebridades", dijo. Y de su nominación concluyó que es "una locura cuando lo pienso y no sé qué pasará si gano".