En medio de la devastación causada por el huracán Otis en Acapulco, la comunidad mexicana ha demostrado una admirable solidaridad al enviar ayuda humanitaria a la población afectada. Sin embargo, en este escenario de emergencia, surge una preocupación fundamental: la situación de los animales que, tras la catástrofe, se encuentran desamparados y enfrentan una grave escasez de alimentos, agua y cuidados médicos.
El refugio Patitas Felices Acapulco, dirigido por Elsa Salgado, se ha convertido en un faro de esperanza para estos animales desfavorecidos. A pesar de que el huracán destruyó por completo su hogar, todos los residentes animales lograron sobrevivir. Sin embargo, la falta de suministros esenciales pone en riesgo su bienestar.