Fuerza, flexibilidad y equilibrio son los tres factores que se trabajan al realizar Tai Chi, con el que además se pueden llegar a entrenar todas las partes del cuerpo.
Se practica de forma lenta y suave, la particularidad de esta disciplina radica en fusionar de forma correcta los tres fundamentos en los que se sustenta: movimiento corporal, concentración mental y respiración consciente, lo cual te puede traer múltiples beneficios.
El desarrollo del cuerpo es la consecuencia del trabajo mental que cada persona hace y existen dos modalidades para llevar a cabo esta disciplina, se trata de el estilo Yang y el estilo Chen pero, ¿cuál es la diferencia? La respuesta es simple: la condición con la que cada persona inicia, ambas constan de diferentes ejercicios básicos, con movimientos individuales, posturas y respiraciones particulares.
En este caso predominan los movimientos largos, suaves y aquellos en los que no haya alteraciones en el ritmo respiratorio o fuerza, esto lo convierte en una excelente alternativa para adultos mayores.
Podría decirse que las personas que practican este estilo migran de la calma a la tormenta en un solo movimiento sin interrupciones, por lo que el grado de complicación es mayor. No te asustes, estamos hablando de movimientos bastante moderados por lo que cualquier persona puede practicarlo.
En esta disciplina cada una de las posturas cambian a la siguiente sin que exista ninguna pausa, esto asegura que el cuerpo esté en constante actividad. Muchas personas se refieren al Tai Chi como una meditación en movimiento, pues es un entrenamiento integral el cual fomenta la tranquilidad a través de desplazamientos suaves con los que conecta mente y cuerpo.
Sus orígenes radican en la antigua china, cuando el Tai Chi servía como defensa personal, ahora se ha convertido en un ejercicio utilizado para disminuir el estrés y ansiedad ya que según la Clínica Mayo , todas sus variaciones incluyen rítmicos de movimientos que se coordinan con la respiración para ayudarte a lograr una sensación de calma interna.
Según el National Institutes of Health existen investigaciones que arrojan que practicar Tai Chi puede mejorar la postura, la confianza, la forma de gestionar las emociones y además mejora la calidad de vida de los practicantes.
Incluso algunos estudios confirman que esta práctica podría ayudar a las personas con fibromialgia a conciliar el sueño, disminuir el dolor, fatiga y la depresión. Además también ayuda a los adultos mayores a mejorar el equilibrio lo que impide que se vean envueltos en caídas que podrían terminar en lesiones graves.
Esta es una práctica completa pues trabaja tanto la parte física como la mental. Estos son algunos de sus beneficios:
Ahora que ya conoces un poco más sobre esta disciplina, podrás darte cuenta de sus increíbles beneficios tanto a nivel mental como corporal, ¡Dale una oportunidad y empieza a sentirte mejor!
