Consejos para meditar y no dormirte en el intento

Consejos para meditar

Postura para una meditación exitosa

Según la Escuela Española de Desarrollo Transpersonal la postura a la hora de meditar se asemeja a la de un gato, pues este animal tiene la capacidad de permanecer sentado, con los ojos cerrados manteniendo un estado de relajación y al mismo tiempo estar atento.

Para meditar, es necesario conseguir una buena postura, recoge la barbilla como si alguien la estuviera empujando con un dedo hacia adentro, vas a sentir como tus cervicales se liberan y se alinean con el resto de la columna vertebral.

Permanece con la espalda erguida con una vertical lo más perfecta que puedas y en atención al “dentro” y al “fuera”, pero al mismo tiempo elájate y mantén los músculos flojos.

Es muy importante que utilices ropa cómoda y procura hacerlo en la mañana antes de comenzar con tus actividades del día, ya que en ese momento tus pensamientos no estarán tan activos.

¿Por qué es importante tener una buena actitud para meditar?

Cuando empiezas a adentrarte al mundo de la meditación, te vuelves consciente de la magia que habita dentro de ti y del poder que tiene tu cuerpo.

Es fácil distraerse o incluso quedarse dormido, ya que cuando haces una buena práctica, tu organismo llega a niveles de relajación que quizás no conocías antes.

Es muy importante que mantengas una actitud abierta, receptiva y amigable hacia ti mismo, pues sentarse a meditar es un acto de amor propio. Para no dormirte en el intento, es importante que te vuelvas consciente de las distracciones y regreses tu atención al momento presente.

Respiración a la hora de meditar

La respiración sirve como una especie de ancla durante la meditación. Es muy común que la mente se distraiga, pierda el hilo y puedas quedarte dormido, para esto es muy importante estar atento a la respiración.

La Escuela de Desarrollo Transpersonal recomienda inhalar y exhalar por la nariz, sin tratar de modificar el ritmo de la respiración, siguiendo tan solo su ritmo natural, aunque no hay ninguna regla de oro, también puedes entrenarte en mantener la atención centrándote en contar el número de exhalaciones que haces.

Recuerda que no hay meditaciones buenas o malas, se trata de volverse consciente del poder de tu cuerpo y la magia de vivir en el presente, si te interesa aprender más sobre este arte puedes consultar la ayuda de un experto para guiarte en este camino de amor propio.