Sí, sabemos que diciembre es un mes lleno de fiestas, regalos, compromisos y celebraciones, eso implica que también sea una temporada llena de gastos que muchas veces no contemplamos. Aunque es fundamental llevar una cuenta de gastos e ingresos, muchas veces llega enero y sentimos que nuestras finanzas están sumamente apretadas. Por eso, nos dimos a la tarea de recopilar algunas acciones para que la cuesta de enero sea mucho más leve y puedas empezar el año sin deudas.
¿Cómo sobrevivir la cuesta de enero? 5 tips que te ayudarán a lograrlo
Ojo con los gastos “hormiga”
Aunque no lo creas, el café de diario, los chicles o los snacks en la tiendita de la esquina, pueden ser clave en tus finanzas. Sé consciente de lo que consumes y evita esos gastos que aunque parecen insignificantes, al final del mes suman una buena cantidad. intenta llevar un termo a la oficina para no comprar una botella de agua, prepara tus snacks en casa y evita comprar cosas que no necesitas.
Compara
Gracias al internet, hoy en día es mucho más fácil revisar y comparar los precios de algo que necesitemos. Por ejemplo, antes de ir al supermercado haz una lista con lo que realmente necesitas y simula una compra en línea con los mismos productos en diferentes lugares, así sabrás cuál es tu mejor opción.
Revisa tus prioridades
En muchas ocasiones nos emocionamos demasiado y nos endeudamos. Asegúrate que antes de que compres otro gustito, estés libre de deudas. Dale prioridad a las cuentas que te faltan por pagar y no acumules compromisos. Una recomendación es hacer una gráfica con las cosas que realmente necesitas, a la hora que vas a comprar, revísala y si lo que vas a comprar no está ahí, evita ese gasto.
Evita los préstamos
Aunque podría verse como la salida “fácil” a la larga, pedir un préstamo puede ser contraproducente debido a los intereses. Intenta no gastar en cosas innecesarias y utilizar ese dinero para pagar tus tarjetas de crédito.
Aplica la regla 50-30-20
Estamos comenzando el año y es buen momento para crear presupuestos y no sufrir por nuestras finanzas. Esta regla se basa en hacer una tabla y utilizar el 50 por ciento de tu presupuesto en necesidades básicas como alimentos, transporte y salud, entre otras. El 30 por ciento destinarlo a gastos de ocio: salidas a comer, entretenimiento y uno que otro gustito. Por último, reserva ese 20 por ciento para ahorros fundamentales como una casa, educación, etcétera.