No existe un manual para conseguir que un niño coma tal y como nos gustaría, pero existen algunas estrategias que, como padres podemos implementar para que nuestros hijos se vuelvan un poco más amigos de las distintas comidas.
Tips para combatir a los picky eaters
Es fundamental ser paciente, a todos nos gustaría que nuestros hijos comieran de todo sin reprochar, bienvenido a la realidad, eso pasa en contadas ocasiones. Muchas veces las texturas, los colores, los olores o sabores pueden ser muy novedosos para ellos, por lo que es importante darles un periodo de adaptación.
¡Sin distracciones!
El tiempo de la comida es un momento de pausa, no hace falta acompañarla con la televisión, el famosísimo Ipad o una canción para que coma. El niño debe saborear la comida, conocer las distintas texturas, disfrutar de su olor y de la compañía del resto de la familia. Las distracciones hacen que el niño deje de comer, ya que cambia su foco de atención.
Sé fuerte, no cedas:
Después de una constante batalla, muchos padres tiran la toalla y terminan por preparar otro platillo a su hijo. Con esto consiguen que coma, pero no que esté nutrido, que es lo realmente importante. El niño poco a poco va reduciendo su lista de alimentos hasta quedarse en dos o tres. Además, genera una sensación de que puede dominar a sus padres con solo insistir poco, lo que hará que sigan con esa actitud de “no me gusta, no lo como”.
No grites ni castigues
Si la mesa se convierte en un campo de batalla, los niños pueden asociar la hora de la comida con gritos y castigos y por lo tanto, puede derivar una fobia a las comidas y alimentos, lo que no es nada recomendable. Es necesario que seamos firmes y nos pongamos serios pero esto no es sinónimo de gritar y castigar.
Dale tiempo, no lo presiones
Al igual que no debemos ser firmes y ceder, tampoco debemos presionar. Cuando presionamos a cualquier persona para que haga algo, le robamos su libertad cosa provoca una actitud a la defensiva del otro lado. A los niños les fascina llevar la contraria a los padres porque les encanta llamar la atención y esta es una buena forma. Por lo tanto, las normas se dicen una vez, pero no presionamos.
No es fácil, requiere un alto grado de paciencia el conseguir que tu hijo coma de todo, dale tiempo y sé constante, ya verás como poco a poco empieza a ampliar sus horizontes para probar distintos platillos.