Si piensas que el fin último del ayuno intermitente simplemente es bajar de peso te equivocas. Se trata de una estrategia dietética que con el paso del tiempo ha ido tomando mucha popularidad, esto se debe a que ayuda a disminuir la ansiedad, los marcadores de inflamación y los triglicéridos en sangre.
Guía para el ayuno intermitente
Por otra parte, ayuda a activar el metabolismo, retiene la masa muscular en pérdida de peso y mejora la sensibilidad a la insulina. Si padeces de diabetes ya sea tipo uno o dos, esta es una gran alternativa ya que evita los picos de insulina y ayuda a mantener constantes los niveles de azúcar evitando así episodios de glucemia.
Es importante que antes de implementar esta estrategia en tu rutina diaria busques la opinión de un experto, ya que cada cuerpo es diferente y requiere de distintas cosas para funcionar correctamente.
Existen muchas formas diferentes de hacer fasting, el idea es separar tu día o tu semana para hacer periodos de alimentación y ayuno, estas son alternativas que puedes seguir para conseguirlo:
El protocolo Lean Gains: Consiste en saltarse el desayuno e ingerir los alimentos durante un periodo de ocho horas, por ejemplo, entre la 1 y las 9 de la tarde. Por tanto, se realiza un ayuno de 16 horas.
Eat-stop-eat: Implica un ayuno de 24 horas, una o dos veces a la semana. Por ejemplo, saltarse la cena y no cenar hasta el día siguiente.
Dieta 5:2: Con este método, solo se pueden consumir entre 500 y 600 calorías en dos días consecutivos a la semana, pero se puede comer de forma normal durante los otros 5 días.
Es fundamental recalcar que el ayuno no es para todos, las personas que tienen poco peso o un historial de trastornos alimenticios no deberían hacerlo. Antes de implementar esta estrategia a tu rutina, consulta a un experto y mejora así tu estilo de vida.