Si tú te mueves por la zona sur de la Ciudad de México, es muy probable que desde hace tiempo Artz se haya convertido en algo súper especial para ti. Si organizabas una comida con amigos: Artz, si te ibas de shopping: Artz, para reunir a la familia el fin: Artz. Es más, hasta para ir al gym la respuesta era la misma. Esta plaza se volvió nuestra casa, un espacio que nos llenó de seguridad y bienestar con solo poner un pie en ella.
Por todo esto, Artz es nuestro lugar feliz
Hay un lugar que se volvió nuestra segunda casa y hoy que podemos regresar a él, lo hacemos con toda la alegría del mundo. ¿Nos vemos en Artz?
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Después de un camino nada fácil de recorrer, hoy tenemos el privilegio de volver a salir y disfrutar de la risa y la compañía de nuestros seres queridos en espacios al aire libre. Y como dicen por ahí, uno siempre regresa a los lugares donde fue feliz, por eso nosotros regresamos a Artz con una gran sonrisa y con la confianza de que esos espacios que tanta felicidad nos dieron, hoy están ahí para recibirnos con los brazos abiertos.
Reconocer el centro comercial y mirar cómo se ha transformado nos ayuda a reafirmar que sí, las cosas cambiaron, pero nosotros también. Ahora somos más conscientes de que la vida es para crear nuevas experiencias, compartir y disfrutar. Ir a un restaurante para comer nuestro platillo favorito, tomar clases deportivas o hacer nuestro ejercicio favorito en un gimnasio, así como simplemente sentarnos a disfrutar del exterior un rato, son cosas que hoy nos llenan de gratitud.
Artz es un espacio confiable que sigue todos los lineamientos de sanidad y seguridad, en donde sabemos que podemos encontrar de todo. Además, la plaza sabe muy bien cómo hacernos sentir en casa con toda una variedad de opciones para comer rico, descansar y divertirnos en un ambiente súper cool.
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Entrar a este centro comercial es suficiente para que una parte de nosotros sepa que todo está bien. Por eso Artz es nuestro y siempre lo va a ser.
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