Al estar viviendo una pandemia, una de las reflexiones más comunes es el hecho de que a varios de nosotros se nos han abierto los ojos al percatarnos del consumo excesivo que existe en el planeta. Al principio, la naturaleza habló por sí misma y agradeció el que las personas se quedaran en casa para darse un respiro de la contaminación. Durante esta pausa obligada nos dimos cuenta que muchas cosas están en nuestras manos para poder hacer frente al calentamiento global.
Una de las primeras cosas que podemos hacer, es concientizarnos sobre dónde realizamos nuestras compras, ya que muchas veces por comprar algo barato, no sabemos el detrás que existe en el proceso de un producto, no solo a nivel de contaminación, sino también socialmente (recordemos que existen empresas que crecen a base de la explotación de sus empleados). Una de las mejores maneras para poner nuestro granito de arena es acudir a las tiendas de segunda mano.