Uno de los temas más recurrentes que veo todos los días al trabajar con mis pacientes es el constante juicio que tienen con sus cuerpos. Creo que muy pocas personas están exentas de criticarse o de pelearse con alguna parte de su cuerpo. Yo me incluyo dentro de esta conversación, ya que la reconciliación con mi cuerpo es un proceso que hasta hoy en día sigo practicando de forma consciente y esto me ha transformado la vida.
Si supiéramos que el cuerpo humano es absolutamente increíble, aprenderíamos a tratarlo con más amor. La realidad es que nuestro cuerpo sabe cómo sanarse a sí mismo, cómo mantenernos en equilibrio, cómo bajarnos de peso y siempre nos trata de comunicar la manera de hacerlo.