Dietas, dietas, dietas, existen miles de ellas y por más que probamos cada uno de los métodos con el fin de bajar de peso pareciera que es casi imposible. Pasan los años y el propósito de Año Nuevo de la mayoría sigue siendo “perder los kilitos de más” y una vez que vuelve a llegar a diciembre se encuentran escribiendo en su lista la misma meta por cumplir. Pero, se han preguntado, ¿qué pasaría si de repente decidiéramos hacer las paces con nuestro cuerpo y renunciáramos a ese estilo de vida que nos obliga a seguir una dieta? Bueno, eso fue lo que le ocurrió a Roxana Rassam, psicóloga con maestría en psicología clínica y de salud (también tiene un máster en bienestar emocional). Y es que cansada “de vivir a dieta” decidió empezar a comer “sin culpa”, luego se dio cuenta que tenía menos ansiedad y preocupación.
Con peras y manzanas: ¿qué es la alimentación intuitiva?
Tiempo después conoció algo que se llama alimentación intuitiva, un término que en los últimos años ha tomado relevancia en la vida de muchas personas. Después de haber tomado el curso de Raquel Lobaton, Gina Salame e Ilana Borovoy sobre este tema, Roxana creó una cuenta llamada Reconéctate ( @reconectatebyrox ) que tiene el objetivo de informar y crear conciencia en una sociedad que a veces puede ser gordofóbica o bien, vive bajo la presión de verse de cierta forma. Lo que busca Roxana es que las personas, a partir de la alimentación intuitiva, reconecten con su cuerpo y las señales corporales para que vuelvan a tener una buena relación con la comida y se alimenten desde la libertad y no desde el miedo.
Cuando se tiene una mala relación con la comida, entonces se ve reflejado en el cuerpo porque los cambios vienen desde la rigidez y el miedo, lo que ocasiona que acabe pasando algo que no buscas.
Decidimos recurrir a la experta para que nos contara todo lo que se tiene que saber sobre alimentación intuitiva:
¿Qué es la alimentación intuitiva?
Es un proceso personal donde honras a tu salud al poner atención a los mensajes que te envía el cuerpo para que cada uno elija desde la intuición qué es lo mejor para ellos, en pocas palabras, se trata de un proceso integral de la mente con el cuerpo para elegir y tomar decisiones sobre tu salud.
Los principios básicos de la alimentación intuitiva:
- Come cuando tengas hambre.
- Deja de comer cuando estés satisfecho.
- No hay alimentos prohibidos, todos tienen un valor neutral (a menos que te los quite un especialista por alguna restricción específica).
¿Cuáles son las preguntas que debes hacerte para empezar a comer intuitivamente?
Lo primero que debes hacer es cachar en dónde está tu mente entorno a la comida: “¿desde dónde estoy comiendo?”, “¿estoy comiendo desde el miedo o desde la libertad?”, “¿por qué razón estoy haciendo ejercicio?”. Una vez respondidas estas preguntas, cada persona debe retarse a empezar a comer lo que el cuerpo le pida.
¿Por qué la importancia en este tema?
Vivimos en una sociedad que ha promovido una forma de relacionarnos con el cuerpo en la cual terminamos desconectando con éste. Es importante entender que el cuerpo tiene una sabiduría natural y si reconectamos con esa parte, entonces podremos comer de una forma sabia en la que realmente estemos alimentándonos, no a base de reglas, sino desde la libertad, el poder ser dueño de nuestras decisiones es algo que las dietas no te dan.
Los beneficios de la alimentación intuitiva:
- Los marcadores de salud se estabilizan una vez que aplicas este estilo de vida durante un periodo de tiempo largo.
- El cuerpo se estabiliza porque no le quitas ni le das en exceso y más bien le das justo lo que necesita.
- Una vez que comes intuitivamente mejoras la relación con tu cuerpo, hay menos pensamientos obsesivos acerca del cuerpo y la comida.
Tips para llevar una alimentación intuitiva:
1. Evita la comparación. Cada cuerpo es diferente y la comparación causa muchísima ansiedad e inseguridad.
2. Comienza a poner atención a tus señales de hambre y saciedad. Trata de comer cuando tengas hambre y deja de comer cuando estés satisfecho.
3. No te restrinjas grupos de alimentos, ningún alimento es bueno y malo por si mismo.
4. Elimina la báscula. El peso no es un indicador de salud, esta herramienta no es un buen aliado cuando intentas mejorar tu relación con la comida.
5. Haz una limpia en tus redes sociales. Deja de seguir cuentas que te generen ansiedad e incomodidad con tu cuerpo.
Para más información sobre este tema, sigue la cuenta de Roxana en Instagram: @reconectatebyrox