Es contundentemente cierto que tenemos derecho a los mismos privilegios, sueldos igualitarios, etc., pero, ¿por qué y para qué tendríamos que comportarnos como lo haría un “macho”?. En verdad, ¿creemos que haciendo esto conseguimos la igualdad? No es así y me lo comprueba la angustia, la soledad y el vacío de mujeres que aparentan tenerlo todo, sin embargo, mirando en su interior y siendo honestas, se confiesan profundamente infelices, se sienten insatisfechas y frustradas, pues están incumpliendo en las diferentes áreas de su vida. Me cuestiono cómo estarán los que hoy son niños o jóvenes, al lado de aquellas madres que se avergüenzan de ser “solamente” mamás y dejan a cargo de alguien la educación y transmisión de valores de sus hijos, estas mujeres que lo quieren todo y además todo al mismo tiempo, sin querer esperar, ni respetar ciertos ritmos naturales pues creen que el tiempo se les agota.
Es alarmante la peligrosa combinación que tenemos: tecnología sin valores, ciencia sin conciencia, títulos y maestrías pero con analfabetas emocionales. ¿No será que la formación de los niños y el establecimiento de una sana dinámica familiar debería ser una decisión que una pareja debe tomar en conjunto, respetando tanto al que se queda al cuidado del hogar, como al que se encarga de la manutención de la familia, sin jerarquías ni recriminaciones? Observo un grado preocupante de egoísmo donde la palabra “YO” va siempre en primer lugar, donde ya no hay espacio para un ”TÚ” y menos para un “NOSOTROS” como familia.
Por favor, no me mal entiendan, soy una mujer con estudios, que trabaja, que lleva las riendas de su propia vida, yo celebro y respeto mi femineidad, mis decisiones, elecciones y acuerdos y si tuviera que renunciar a un rol temporalmente no por esto sentiría estar fallando, me gusta poder elegir el rol de mujer profesionista o madre o cuidadora, todos son roles que valoro, honro y ejerzo orgullosamente. Somos libres para elegir el estilo de vida que deseamos tener pero si decidimos asumir el rol de madre, por supuesto, sin olvidarnos de nosotras mismas, entonces debemos buscar una mejor manera para transitar ese camino para no terminar resentidas con nuestras propias elecciones intentando, desesperadamente, hacerlo todo y como resultado hacerlo a medias.