Las playas de Acapulco se encuentran libres por las restricciones que las autoridades han impuesto para evitar un aumento exponencial en el número de contagios por Coronavirus y así poder sobrellevar la crisis crisis sanitaria que se ha extendido alrededor del mundo y que, por supuesto, ha llegado a México.
Ante la ausencia de lanchas y turistas en el puerto, la naturaleza está reclamando su espacio.