El nuevo concepto de Casa Ó te va a encantar. Ya no solo querrás desayunar allí, amarás comer y cenar también. Se conserva la esencia que hacía tan distinguido a este lugar, pero ahora fue remodelado e hicieron algunos cambios en el menú que está para chuparse los dedos.
Grupo Carolo fue el encargado de renovar al famoso café francés para convertirlo en un auténtico Bistro de la ciudad de París.
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No solo la decoración ha sido corregida y aumentada, la carta también. Podrás encontrar platillos originarios de Francia. pero con ingredientes mexicanos que le dan el sabor único de nuestro país. Tuvimos la oportunidad de ir a probar algunas de las especialidades de la casa y quedamos impactados con el sabor delicioso.
Optamos porque el gerente Rafael y el chef Luis de la Cera fueran quienes decidieran por nosotros lo que íbamos a comer en esta aventura culinaria.
Para empezar, la cortesía de la casa de humus de garbanzo con chiles tatemados nos abrió el apetito, sin saber el manjar que nos esperaba.
La primera entrada fue un crudo de róbalo con jugo de limón, un plato súper fresco e ideal para compartir. Acompañamos al sashimi con palomitas de pulpo, nos fascinó su consistencia crunchy por fuera y al punto por adentro.
Para los amantes de los lácteos está las croquetas de cuatro quesos (parmesano, mozarella, gruyere y manchego) con mermelada de melocotón y morita nos encantaron. La sensación de sentir el queso derritiéndose en la boca fue única.
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A la hora de la ensalada, no nos llevaron por el lado tradicional, fuimos sorprendidos con betabel rostizado al tomillo acompañado de queso cabra con mermelada de cítricos y culis de zarzamora. La mezcla de ingredientes tan diferentes tuvo el mejor resultado.
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La sopa fue algo inesperado. Nos deleitamos de un arroz caldoso salvaje con pulpo y pescado alioli y camarones al ajillo que fusionaron perfectamente para darnos una explosión de sabor en la boca.
Como plato fuerte no nos pudieron dejar sin el famoso “Steak & Fries”, un filete cocinado a término medio con salsa de tuétano o bearnesa; las papas a la francesa fueron perfectas para este tiempo.
Para cerrar con broche de oro, tuvimos dos postres (por si no fuera poco), el primero fue el tatin de manzana, el consentido de los clientes, y a petición de nosotros un créeme brulée, los dos estuvieron espectaculares.
No dejamos de lado nuestra consentida copa de vino blanco para tener el perfecto maridaje con todos los platillos.
Además, pudimos platicar con el Chef Luis de la Cera, quien nos confesó que su platillo favorito del restaurante es el pescado al carbón porque, al ser un producto del día, es una de las propuestas más frescas.
Uno de los secretos que tiene el chef es que se debe cuidar las croquetas al freírlas para que en el centro se aprecie la textura del queso derretido.
Me declaro fan de la cocina mexicana, siempre trato de respetar sus reglas
Tip: Pedir muchas entradas para compartir e incluso dividir dos o más platos fuertes, vale la pena el empacho con tal de probar todo el menú.